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La prostitución y la esperanza son los dos temas entre los que ha tenido que elegir el alumnado canario que comenzó este miércoles las pruebas de Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU). El primer examen, el de Lengua Castellana y Literatura, propuso en el comentario periodístico la columna de opinión titulada 'Esclavas (y puteros) del siglo XXI' que Alejandra Clements publicó en el diario La Razón el pasado mes de marzo y en el que la jefa de política del periódico explica la importancia de la ley que impulsó el PSOE con la pretensión de abolirla, aunque finalmente no salió. «Tras años de olvido en el cajón de las leyes perdidas, se abre ahora una oportunidad para que la prostitución salga de la alegalidad en la que se mueve en España. Camuflada en un cómodo limbo jurídico, sin regulación ni control, el negocio se beneficia y sitúa a España, por ejemplo, en el top del despreciable ranking internacional del turismo sexual, junto a Tailandia o Indonesia», dice la autora.
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La opción literaria propuso un poema de Antonio Machado, 'A un olmo seco', un texto que forma parte del poemario 'Campos de Castilla' y en el que el escritor expone el dolor por una pérdida y, al mismo tiempo, siembra la esperanza a través de las nuevas ramas que la primavera hacen brotar de un árbol casi muerto.
Que arranque la EBAU con el alumnado de Ciencias Sociales, Artes y Bachillerato General marca una diferencia. Las carreras a las que optan suelen exigir entre bajas y medias notas de corte con lo que los nervios se restringen a la incógnita de si se aprueba o no la selectividad. Y eso se respiraba este miércoles en el campus de Tafira de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).
Nico Guerra, por ejemplo, solo necesita un 5. Quiere estudiar Liderazgo, Emprendimiento e Innovación en Valencia, una oferta de la enseñanza privada que «está muy guapa» y que tiene muchas ganas de empezar ya. «Estoy muy ilusionado». Para él las palabras del rector de la ULPGC, Lluís Serra, tienen todo el sentido. «El trabajo ya está hecho, esto es un trámite», les dijo Serra antes de que comenzaran el examen.
Rebeca Luján también necesita un 5 para entrar en el Grado de Derecho, que es su opción. Aún así, está «algo nerviosa» aunque señala que tiene una «buena media» en la nota de Bachillerato y confía en que todo va a ir bien.
Víctor Martín Betancor espera poder estudiar Bellas Artes. El grado «depende de dónde requiere nota», señala momentos antes de entrar a hacer la primera prueba de la EBAU. Donde él quiere hacerlo, en Barcelona, «la nota media es un 9», aunque también tiene en cartera la Universidad de Granada. De momento, dice, «lo llevo con una sonrisa. Lo importante es soñar, que es gratis».
Tanto Serra como el consejero de Educación, Poli Suárez, les desearon suerte en la prueba. «Han trabajado mucho. Controlen los nervios y, como se dice en el teatro, mucha mierda y ánimo», añadió el rector.
Suárez, por su parte, destacó que era la primera vez que un responsable de Educación se personaba en el campus en día de la selectividad. «Quiero agradecer la invitación del rector. Me decían que era la primera vez que asistía un consejero de Educación. No se trata de que sea la primera vez sino de mostrar el apoyo de la Consejería a las universidades canarias. También a estos alumnos y alumnas que se enfrentan a las pruebas estos días porque van a ser los hombres y las mujeres del futuro más inmediato de nuestra tierra. Desearles que obtengan buenos resultados. Nuestro reconocimiento y nuestra gratitud también a los profesionales que durante todo un año han estado preparando la EBAU», dijo el consejero.
Por su parte, el vicerrector de Estudiantes, Alumni y Empleabilidad de la ULPGC, David Sánchez, recordó que este año hay un «ligero cambio» con la implantación de la nueva ley educativa, la Lomloe y que el alumnado en la fase general, a la que se presentan en la universidad pública grancanaria «más de 5.700 estudiantes» podrán escoger entre Historia de España e Historia de la Filosofía y en la fase específica, a la que se añaden otros 700 alumnos y alumnas para subir nota, tiene más asignaturas opcionales.
Precisamente por poder escoger entre Historia de España o Historia de la Filosofía, como el alumnado de Ciencias Sociales, Artes y Bachillerato General puede hacer ambos exámenes se decidió, por logística, que iniciaran ellos la selectividad en lugar del alumnado de Ciencias y Tecnología, que era el que comenzaba la EBAU desde que con la covid se implantó este modelo de organización.
Las cifras de alumnado, recordó Sánchez, son similares a las del año pasado y por eso el vicerrector confía en que la matriculación del curso 2024-25 en la ULPGC sea igualmente similar.
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