PAU 2025 en Canarias: «El día o noche anterior al examen lo mejor es casi no tocar los apuntes»
El psicólogo clínico Oswaldo Báez ahonda en el estrés que sufre el estudiantado por la PAU y aconseja «repasar lo aprendido» en los días previos
La historia de un gran número de estudiantes con la prueba de acceso a la universidad (PAU) comienza con una emoción: miedo. Un temor que, en muchas ocasiones, deriva en «situaciones clínicas que requieren de ayuda psicológica», siendo la más frecuente la crisis de ansiedad. Así lo manifiesta el psicólogo clínico Oswaldo Báez Acosta, quien asegura que «todos los años» atiende entre dos y tres casos de este tipo en el centro que dirige, donde prestan servicio once profesionales.
Báez explica que el miedo nace entre los jóvenes estudiantes de una serie de incertidumbres, sobre qué se van a encontrar, qué tipo de examen o si conseguirán aprobar o la nota necesaria para acceder a la carrera deseada.
Este temor «está prácticamente desde el inicio del curso de 2º de Bachillerato», por lo que el estrés va acompañando al estudiantado durante todo ese año, sobre todo a aquellos que necesitan obtener buenos resultados para cursar determinadas titulaciones, en las que la competencia es mayor.
La sociedad actual tampoco lo pone fácil, pues el mundo se ha vuelto precisamente más competitivo, ya que «cada vez más personas realizan estudios universitarios» y existe la creencia de que la empleabilidad va de la mano de los estudios superiores. Los jóvenes terminan asumiendo esta premisa y «realizando estudios universitarios solo pensando en la posibilidad de poder encontrar un trabajo», reseña Báez.
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Las nuevas tecnologías suponen otro escollo, no solo por la «pérdida de tiempo en las redes sociales», sino que también por el exceso de información que circula en internet, que «despista» a los usuarios de lo «verdaderamente importante».
En todo caso, las crisis de ansiedad no hay que tomarlas a la ligera, pues son un síntoma de que la persona que la padece necesita ayuda profesional: «Consiste en que, en un corto periodo de tiempo, aparece una sintomatología física muy intensa, donde la persona tiene la percepción de que va a perder el control o de que se va a morir».
Recomendaciones
El experto aconseja ofrecer al estudiantado un entorno de «tranquilidad y confianza» en los días y momentos previos a la PAU, así como reparar en la idea de que el camino ya está prácticamente recorrido, centrarse en repasar lo aprendido y adoptar una actitud optimista desde el «realismo». Al estudiantado le insta a acudir al examen «sin miedo, sin urgencia, sin necesidad».
Entre las estrategias que recomienda para «desactivar la tensión» destaca la práctica de algún deporte o aprender a respirar. «Para el día o la noche anterior al examen lo mejor es descansar todo lo que se pueda y casi no tocar los apuntes», enfatiza.