El profesorado busca alternativas ‘on line’ para seguir con las clases
Ante la caída de la plataforma de Educación, el IES Lila utiliza plataformas gratuitas para seguir con la docencia a distancia. Una tutora y dos estudiantes cuentan la experiencia.
Luisa del Rosario González Las Palmas de Gran Canaria
El Entorno Virtual de Aprendizaje de Gestión de Canarias (EvaGD) de la Consejería de Educación se vino abajo al poco tiempo de entrar en funcionamiento ante la alta demanda del profesorado y alumnado. Pero hay alternativas para seguir con la clases. Así lo pensaron en el IES Lila, en concreto en las clases de FP del Ciclo de Formación de Técnicos de Igualdad. «Estamos dando clases on line por plataforma gratuitas como Zoom», explica la profesora Lorena Alemán. Aunque la aplicación es de pago, ofrece la posibilidad de videollamadas gratis durante 45 minutos, lo suficiente para que se pueda seguir con la docencia en estos tiempos de crisis sanitaria.
«Hicimos un manual en PDF y la experiencia está siendo muy buena», comenta la docente que reconoce que es un alumnado «habituado a los medios telemáticos».
La primera sesión fue para resolver dudas. «Tengo a un grupo de 19 estudiantes y se conectaron 15», explica Alemán. Las clases, además, se graban y después las envía por correo a su estudiantado. «La plataforma de Educación está caída y hay que buscar plataformas paralelas y el profesorado nos estamos ayudando mucho poniendo al servicio de los demás las herramientas que conocemos quienes nos gustan más los entornos virtuales».
Conciliación. «Cuando damos igualdad de género hablamos de la conciliación. Esto está siendo un experimento obligatorio y nos está enseñando que hay múltiples herramientas que nos permiten ir más allá de la enseñanza presencial y que hay que mejorar los entorno virtuales», apunta la docente. «Desde mi punto de vista la competencia digital para el profesorado es obligatoria y tenemos que estar al día. Porque no seamos milenians o no seamos nativos digitales tenemos que ponernos al día. Lo que sí es cierto es que en los ciclos avanzados es más fácil», abunda Alemán. «La clase, además, fue una situación de conciliación total. Yo tenía a mis hijas en casa y tuve que parar un momento porque necesitaban temperas, así que conocieron a mi alumnado. Yo conocía la madre de una alumna que pasaba por detrás. Fue entrar en sus casas y un sentimiento de comunidad, en estas circunstancias, muy importante».
Bárbara Rodríguez. Vive en Moya y tiene 22 años. Bárbara comenta que ya tenía experiencia con la educación a distancia puesto también estudia Filosofía en la UNED. Por eso, añade, «personalmente no ha sido un gran choque. Sin embargo, he observado en que mis compañeras y compañeros de clase se encuentran desbordadas ante esta situación». Lo positivo de estudiar así es que te puedes organizar a tu ritmo, y lo negativo es la falta de socialización.
Pablo Viera Benítez. «Creo que es una situación muy extraña tanto para mí como para muchas personas, es la primera vez que me encuentro en este tipo de situación extrema y la verdad es que estaba un poco desorientado y preocupado», afirma este estudiante de 18 de Telde. Le preocupaban los exámenes y evaluaciones y que nunca había seguido clases on line. Ahora cree que no es «tan diferente» a la enseñanza presencial. Además, señala, se ayudan más entre compañeros.
Conectados. A la izquierda, imagen de un momento de la primera clase telemática que hizo el grupo de estudiantes de Lorena Alemán. La profesora cree que es necesario potenciar la docencia virtual porque permite conciliar. Entre las ventajas que encuentran Bárbara Rodríguez y Pablo Viera destacan la organización personal del tiempo y que el profesorado resuelve rápidamente las dudas. También, señala el segundo, que se distrae menos durante la clase.