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Diversión y aprendizaje, unidos

Diversión y aprendizaje, unidos

La isla de Gran Canaria cuenta durante el verano con un destacado elenco de campamentos de baloncesto que persiguen enganchar a jóvenes valores a esta modalidad deportiva.

Antonio Martel / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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Hablar de campus es sinónimo de hablar de baloncesto, ya que este deporte fue pionero a la hora de crear y de potenciar este formato de trabajo en el periodo estival. Hace cerca de cuatro décadas que en Gran Canaria se vienen desarrollando de forma habitual campamentos en los que el balón naranja es el auténtico protagonista. Un verano más, la Isla se va a transformar en una cancha gigante, pues de sur a norte es raro el municipio en el que no hay algún grupo de pequeños intentando anotar canastas y aprendiendo los distintos aspectos técnicos que le ayuden a conocer en mayor profundidad a esta modalidad deportiva. La amalgama de campus es bastante amplia y por ello de unos a otros suele haber bastantes diferencias en el apartado de la filosofía de los mismos. En un destacado elenco de ellos prima el aspecto lúdico y, por medio de su desarrollo, se persigue que la diversión se convierta en la nota predominante. Los fundamentos se pulen, pero también se le da una destacada relevancia a la realización de otras actividades paralelas que hagan que cada jornada de entrenamiento no sea tan rutinaria. Otros campamentos hacen un especial énfasis en el trabajo metódico de cada uno de los recursos del juego y, por ello, en cada sesión se persigue exprimir y depurar al máximo apartados como el bote, el pase, el tiro, el dominio del balón o la defensa, entre otros aspectos. A la hora de sacar esta actividad adelante es primordial contar con el apoyo de los centros escolares, ya que sus instalaciones suelen ser el marco de desarrollo de este tipo de eventos, que aglutinan a pequeños cuyas edades suelen oscilar entre los 4 y los 17 años. Colegios como el Arenas Sur, Sagrado Corazón, Claret, Canterbury, Juan del Río Ayala, José Tejera Santana, León y Castillo, Laurisilva, IES Schamann o Heidelberg, entre otros, suelen ser el marco idóneo para potenciar esta disciplina.

Las instituciones, claves

El arrope de las entidades públicas también es crucial, pues ceden muchos de sus centros deportivos para que pequeños de distintos núcleos poblacionales pasen unas horas de entrenamiento dentro de una pista de juego. De esta forma, instalaciones deportivas como La Unión, Narea, Rita Hernández, Playa de Arinaga, La Paterna, La Vega de San José, La Goleta, el Beatriz Mendoza o las Canchas Deportivas Pepe Armas se ven inundadas de pequeños que tienen como única premisa seguir creciendo dentro de esta modalidad. Los campus también suelen ser un vehículo perfecto para que muchos clubes puedan captar a jóvenes valores, ya que muchos de los inscritos se apuntan con el único objetivo de probar. Si se realiza una buena labor con ellos se les logra enganchar y de esta forma se aumenta el número de licencias federales

Diferentes opciones

Horarios

La mayor parte de los campamentos que se desarrollan en la Isla tienen un horario matinal. Además, algunos dan la opción de contar con almuerzo. Con ello se logra que los progenitores tengan una mayor libertad horaria y sepan que sus hijos están controlados durante su jornada laboral.

Excursiones

Un apartado clave a la hora de conseguir que un campus sea bastante lúdico pasa por poder realizar a lo largo del mismo algunas salidas. Las más predilectas de los participantes son las que se desarrollan en la playa o en los parques acuáticos.

Invitados

Uno de los aspectos que más suele gustar a los participantes en un campamento es que acuda algún referente del mundo de la canasta y es algo habitual que a los mismos se acerquen jugadores y entrenadores de primer nivel.

Enseñanza

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