Un plan de 30 millones busca adaptar los centros educativos canarios al calor

La inmensa mayoría de los centros educativos canarios no están preparados para las altas temperaturas, un hecho que durante la ola de calor del pasado mes de octubre obligó, por primera vez, a suspender las clases por calor en las islas.

Para adaptar las infraestructuras a estos episodios de calor que «previsiblemente se repetirán en octubre o noviembre», las consejerías de Educación y de Transición Ecológica presentaron este martes un plan de adaptación de los centros educativos con un presupuesto de 30 millones de euros.

La naturalización de espacios, sistemas de refrigeración y el desarrollo de sistemas de bioclimatización son algunas de las actuaciones a implantar en los centros educativos de Canarias, según recoge el plan presentado por el consejero de Educación, Poli Suárez, y el de Transición Ecológica, Mariano Hernández Zapata. Todo parte de la realidad de que «los centros educativos en Canarias tienen que estar preparados para el cambio climático», según Suárez.

«Este plan de adaptación tiene ocho líneas de actuación y así estamos dando pasos gigantes en la mejora de infrastructuras», abundó el consejero de Educación, quien recordó que el protocolo ante el calor presentado en abril ya proporciona un marco de directrices para orientar a los centros educativos sobre como actuar ante las olas de calor.

Hay cuatro niveles de alerta y en el rojo, los centros pueden tomar medidas como la salida temprana o incluso clases 'online'.

El consejero de Educación explicó que «las zonas de sombra y la naturalización de los espacios serán esenciales en las nuevas infraestructuras educativas de Canarias» y de «manera obligatoria» se crearán la creación de espacios amables y verdes y con sistemas de bioclimatización.

Además el consejero habló de sistemas de refrigeración y la implatanción de energias renovables, como las plantas fotovoltaicas en 55 centros, según adelantaron ambos responsables.

Además, el plan contempla otras acciones más simples e inmediatas para los centros ya existentes en las islas, que incluyen desde la instalación de ventiladores hasta la creación de zonas de sombra (mediante toldos, pérgolas o marquesinas) o la promoción de la ventilación natural.

Entre los nuevos sistemas de refrigeración para mejorar las condiciones de habitalidad en los recintos educativos, Suárez dijo que se priorizarán por los «sistemas adiabáticos», que consisten en pasar el aire por membranas humedecidas, lo que reduce la temperatura sin generar casi ningún costo, a diferencia del aire acondicionado convencional.

La formación de personal educativo, alumando e incluso familias es otro punto vital en el plan de adaptación al calor. Sobre todo, respecto al cambio climático, con el objetivo de «convertir esta cuestión en un verdadero desafío educativo para las islas», según el consejero Poli Suárez.

Destacó que la financiación para llevar a cabo el plan provendrá de la Unión Europea, a través del Fondo Desarrollo Regional (Feder) y el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), así como de la propia comunidad autónoma, de otras administraciones locales mediante convenios, y del Plan Especial de Empleo de Canarias.

El plan se aplicará en todos los centros educativos de Canarias, pero las primeras medidas de mejora y adaptación se llevarán a cabo en las zonas donde sea más urgente por estar más expuestas al calor, basándose en un análisis de las condiciones ambientales de las diferentes instalaciones.

El plan recoge la monitorización de las condiciones ambientales de 120 centros educativos de toda Canarias. Será llevado a cabo por la Dirección General de Infraestructuras y Equipamientos, en colaboración con Gestión y Planeamiento Territorial y Medioambiental (Gesplan).

El proyecto consiste en el desarrollo de una plataforma web y la instalación de sensores de temperatura, humedad y CO2 en los centros seleccionados, que en una primera fase.

Estas herramientas permitirán realizar, en tiempo real, «un monitoreo continuo y directo de las condiciones climáticas, lo que facilitará la determinación de las acciones necesarias y la urgencia de su implementación», explicó Suárez.

En resumen, el plan de Educación contempla la planificación de los proyectos con un enfoque climático, donde será esencial la creación de espacios más amables y naturalizados, tanto en los equipamientos de nueva creación en los ya existentes, que deberán contar con fachadas adaptadas a las altas temperaturas, espacios de sombra, instalaciones deportivas y fuenes de agua potable.

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