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Salida anticipada, reducir la actividad física, modificar el horario lectivo o suspender las clases presenciales y sustituirlas por la enseñanza telemática. Son algunas de las medidas que podrán aplicar a partir de ahora los centros escolares no universitarios de Canarias, según recoge el protocolo ... frente a episodios de altas temperaturas que presentó este martes el consejero de Educación, Poli Suárez.
«Con este protocolo reforzamos la autonomía de los centros, con un criterio unificado y avalado por expertos y la Consejería» para actuar ante el calor, afirmó Suárez. Se pretende «agilizar la repuesta en cada situación y adoptar con celeridad las medidas, minimizar la incertidumbre y proporcionar mayor seguridad a todos los miembros de la comunidad educativa», abundó el consejero, quien recordó que esta iniciativa se impulsó tras la ola de calor del pasado mes de octubre, que obligó, por primera vez, a suspender las clases en Canarias.
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El protocolo establece cuatro niveles, del 0 al 3. «El 0 es de normalidad, cuando no se superan los 33 grados en la provincia de Las Palmas o los 34 en la de Santa Cruz de Tenerife. El nivel 1, riesgo bajo, es cuando se ha activado el aviso amarillo por altas temperaturas, el 2 es de riesgo medio, con aviso naranja, y se aplicarán medidas extraordinarias como la salida temprana, el aplazamiento o supresión de las actividades escolares o la modificación del horario escolar. Y el nivel 3 o de riesgo alto será con aviso rojo y se podrá tomar la medida excepcional del cambio de modalidad de enseñanza».
Tanto en el nivel 2 como en el 3 los centros tendrán que informar a Consejo Escolar o Social y las modificaciones de horarios o suspensión de clases presenciales y sustitución por telemáticas se hará con la autorización de las direcciones territoriales o insulares de Educación. También se debe informar a la inspección de zona y a las familias.
«Tenemos que garantizar la calidad educativa y solo en situaciones excepcionales se recomienda la no presencialidad. Con este protocolo no tenemos que adoptar medidas generales como el pasado mes de octubre, sino adaptarlas en función de las características de cada centro y del nivel de alerta de cada municipio», dijo Poli Suárez.
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O.R.S. /Efe
El protocolo se ha redactado en «colaboración con personal técnico de Educación, Sanidad, Seguridad y Emergencias y Transición Ecológica» además de «expertos en cambio climático» y el Consejo Escolar de Canarias así como «los grupos parlamentarios, tal y como me comprometí, con el fin de ofrecer una pautas o directrices para actuar de manera eficaz y proteger la salud y el derecho del alumnado a recibir clases en las mejores condiciones durante los episodios de altas temperaturas cada vez más frecuentes y de forma repentina por el cambio climático», advirtió.
«¿Es este protocolo la solución?», se preguntó el consejero. «No», afirmó después. «En muchos casos las infraestructuras educativas están obsoletas porque no se ha actuado durante décadas. Canarias no se ha preparado frente al cambio climático al menos en los centros educativos. La mayoría no están preparados y en nueve meses es imposible acometer las actuaciones que se requieren. Pero estamos manos a la obra. Esta es la mejor herramienta, pero no es la solución definitiva, que conlleva otras actuaciones», dijo Suárez.
Hay que «crear espacios de sombra», añadió el consejero, «ahora mismo se está haciendo en varios centros de Gran Canaria y del sur de Tenerife. También, y es una reclamación de los equipos directivos, el techado de canchas deportivas para que sean un espacio adecuado para dar clases de educación física. Estamos firmando convenios con ayuntamientos porque son más rápidos en ejecutar las obras. Hay que naturalizar espacios. Cuando vamos a algunos centros, que hemos visitado ya más de un centenar, veo que no hay arboleda, no hay sombra natural. Y ya, de hecho, estamos trabajando con alguna fundación en islas como Fuerteventura, Lanzarote y el sur de Gran Canaria y Tenerife. Y la instalación de sensores térmicos en colaboración con Gesplan, y la puesta en marcha de sistemas de bioclimatización como tiene Andalucía», añadió. »Pero si alguien espera que esté resuelto o que lo voy a resolver en esta legislatura la verdad es que no lo puedo hacer. Hay mucho camino por recorrer. Estamos dando los primeros pasos», reconoció.
Preguntado por el Plan de Infraestructuras Educativas 2018-25, aún en vigor, el consejero dijo de forma rotunda que «ha sido un fracaso». A su juicio, ahora se está «poniendo orden muy en serio. El plan 2018-25 no se ha ejecutado, no llegó al 20%. Ahora estamos preocupados por poner en marcha todas las medidas. Estamos preparando un nuevo plan de infraestructuras educativas pero actuando en las prioridades de Canarias y con solidaridad entre los centros», dijo Suárez en referencia a que si un colegio ya dispone de sombra en el patio se actuará en el que no la tiene.
Sobre las aulas modulares el consejero reconoció que aún existen en «muchos centros» y que hay que ir acabando con ellas, «pero es un proceso lento», añadió, «estamos haciendo un estudio para optimizar los espacios que tenemos».
El consejero de Educación también habló de la bajada de ratios, a lo cual se comprometió «en esta legislatura si fuera posible». «Tiene que se progresiva. No le puedo decir cómo bajar, en qué numero, en qué curso, pero sí que en pocos días tendremos ya ese estudio para anunciar esa bajada de ratios si fuera posible», añadió.
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