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El consejero de Educación, Poli Suárez, en el colegio Agustín Hernández Díaz de Moya en la inauguración del curso 2023-24 en septiembre. COBER
«Alumnado y personal han soportado un estrés físico y mental sin precedentes»

«Alumnado y personal han soportado un estrés físico y mental sin precedentes»

El consejero de Educación asegura que suspender las clases no solo ha sido por las temperaturas «sino por la situación real que se estaba viviendo en los centros»

Luisa del Rosario

Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 11 de octubre 2023

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La decisión de suspender por primera vez las clases por calor ayer y mañana viernes en la enseñanza no universitaria en Canarias que tomó la Consejeria de Educación el martes «no solo ha estado en función de las temperaturas, sino de la situación real que se estaba viviendo en los centros», explica el responsable del área, Poli Suárez. «De norte a sur, de La Graciosa a El Hierro. Hemos batido récords, hemos sido la sartén de España en varias jornadas sucesivas. Por tanto, hablamos de una situación generalizada, difícil de delimitar, y prolongada en el tiempo, lo que ha sometido a alumnado y personal de los centros a un estrés físico y mental sin precedentes durante estas semanas», abunda.

Incidencias por las altas temperaturas

Con el inicio de la ola de calor, el pasado 29 de septiembre, «empezaron a reportarse solicitudes de suspensión e incidencias en los servicios centrales de la Consejería, pero sabíamos, por distintos canales, que los problemas estaban siendo muchos más y que la situación de muchos centros era ya insoportable. Lo constatamos también en las visitas que responsables y personal de la Consejería hicieron a los centros que habían solicitado la suspensión días atrás». A ello se añade que «la calidad del aire también ha sido mala debido a la calima. Y los centros, que digámoslo, no están preparados en su gran mayoría para estas situaciones, no estaban cumpliendo debidamente su función. Y además, durante ya demasiadas jornadas. Han sido días y días de intenso calor y había que dar ya una respuesta a esos niños, sobre todo sabiendo que este tiempo se iba a prolongar hasta el viernes, y con la preocupación de que algo más serio pudiera pasar en cualquier momento».

Mal estado de las infraestructuras

Suárez recuerda que «muchos centros, con decenas de alumnos en las aulas, y este calor acumulado» no cuentan ni siquiera con ventiladores «y no es algo a lo que se pueda dar respuesta de ahora para después porque no hay ni stocks en muchas tiendas».

La medida, añade Poli Suárez, «va más allá del tema concreto de las temperaturas que haya podido haber un día concreto en un centro concreto. Tiene que ver con el estado de las infraestructuras, con la falta de un protocolo... Lo que es inconcebible es que no se haya previsto ni hecho nada antes. En estos dos meses, nosotros no hemos inventado el calor, pero es cierto que en los últimos años ya se habían producido otros episodios y que la previsión es que se sigan agravando, lo que nos obliga, una vez más y en un nuevo frente, a adoptar, por esa falta de previsión anterior, medidas extraordinarias hasta disponer de un plan y protocolos eficaces».

Un protocolo «en semanas»

Poli Suárez espera que este protocolo esté listo «en cuestión de semanas» para poder aplicarlo »cuando se repita algo así». Lo importante, señala, «es que esté listo, que cuente con consenso de la comunidad educativa para que estas situaciones se resuelvan siempre de la forma más satisfactoria y, sobre todo, garantizando el bienestar de los niños y niñas, de los jóvenes de nuestra tierra».

Disculpas a las familias

Preguntado por el malestar de las familias, que con la suspensión de las clases criticaban que la Consejería no había solucionadoun problema sino que lo había trasladado a madres y padre, Suárez dijo que se hacía «cargo» de la situación. «Las entendemos y nos preocupa su situación. Les pedimos disculpas, incluso. Pero sabemos que, como para nosotros, para ellos la salud y la seguridad de sus hijos e hijas es lo primero. Era cuestión de responsabilidad. Y apelamos a la responsabilidad de todos: familias, sindicatos, trabajadores, pero también medios de comunicación y clase política. La decisión de suspender las clases es la última que queríamos tomar, pero se produce después de sopesar mucho lo que se estaba produciendo en muchos centros de las islas. Sabemos, sabíamos, las consecuencias para las familias, y por eso se intentó retrasarla hasta que, en base a las incidencias conocidas, de experiencias personales que todos hemos vivido en mayor o menor medida estos días, la situación empezó a volverse insostenible». El consejero recuerda, además, que no había «visos de mejorar sustancialmente hasta el fin de semana, según la propia Aemet, y como seguimos viendo este miércoles, con la declaración incluso de nuevos y más amplios avisos para los próximos días».

Sanidad ayer declaró aviso rojo por calor en varios municipios de Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote.

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