Los curas que desearon que el Papa «vaya pronto al cielo» dicen que fue «en tono de humor»

Los religiosos de la polémica han querido reiterar su adhesión al Papa y afirman que «nos duele haber podido confundir a las almas sencillas que encuentran en nuestro programa formación y consuelo porque muchos nos reconocen un papel importante en su perseverancia en la fe católica y nos preocupa haber podido causar desconcierto o escándalo en sus almas». «¡Viva Cristo Rey!», concluye su hilo de comentarios en las redes sociales.

Por su parte, el Arzobispado de Toledo no descarta tomar medidas de «corrección» contra los sacerdotes de esta archidiócesis que han deseado la muerte del Papa Francisco en una tertulia en YouTube. Estos sacerdotes participaron el pasado 22 de febrero en el debate semanal del canal 'La Sacristía de la Vendée', que se autodefine como «tertulia sacerdotal contrarrevolucionaria». Ese día seis religiosos, algunos de ellos de la Archidiócesis de Toledo, dieron su opinión sobre la negativa de algunos curas a dar la comunión directamente en la boca de los fieles que acuden a misa.

Durante la presentación, los contertulios llegaron a pronunciar expresiones como «yo rezo mucho por el Papa para que pueda ir al cielo cuanto antes» o «somos muchos los que rezamos por la subida a los cielos de Bergoglio». Algunos de ellos, además, impulsaron en enero una campaña de recogida de firmas en Change.org contra la declaración papal que autorizaba la bendición a parejas homosexuales o a divorciados «por contradecir el plan de Dios».

A raíz de esta tertulia, que se ha hecho viral, el Arzobispado de Toledo remitió este jueves un comunicado mostrando su «rechazo a cualquier manifestación de desafecto a la persona y al ministerio del Santo Padre» y exigiendo a los curas de la tertulia que pidan perdón «por tales declaraciones que lesionan la comunión de la Iglesia y escandalizan al Pueblo de Dios». El Arzobispado asegura que lo dicho por estos religiosos «no representa en modo alguno la línea de comunicación de la Iglesia» y no descarta tomar «otras medidas de corrección respecto de aquellos que están llamados a ser ministros de Cristo, al servicio de la unidad y la vida evangélica en la Iglesia, evitando toda conducta que desdiga de su estado».