La capital grancanaria, entre la que más microplásticos acumulan en la atmósfera
El estudio revela que Las Palmas de Gran Canaria es la quinta zona urbana con mayor acumulación este contaminante en su atmósfera de las diez zonas del país estudiadas, mientras que Santa Cruz de Tenerife, figura entre las que menos, en la octava posición
Efe
Las Palmas de Gran Canaria
Miércoles, 11 de octubre 2023, 12:57
Las Palmas de Gran Canaria es la quinta zona urbana con mayor acumulación de microplásticos en su atmósfera de las diez zonas del país estudiadas por un equipo de científicos españoles, mientras que Santa Cruz de Tenerife, figura entre las que menos, en la octava posición.
Según ha informado este miércoles en un comunicado la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en el estudio han participado tres de sus científicas pertenecientes al grupo Eomar del Instituto Ecoaqua.
Madrid y Barcelona encabezan la mayor acumulación de estos contaminantes, según el estudio, que efectuó un seguimiento simultáneo durante un año de la deposición atmosférica de microplásticos en diez áreas urbanas diferentes de la España continental y las Islas Canarias, cada una de ellas con distintos tamaños de población, actividades económicas y climas.
Los investigadores que han formado parte del equipo de científicos españoles pertenecen a la Red EnviroPlaNet y han sido liderados por las Universidades Autónoma de Madrid (UAM) y la de Alcalá (UAH).
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El estudio ha sido publicado en la revista 'Science of The Total Environment'.
Las tres investigadoras del grupo Eomar de la ULPGC son su responsable, May Gómez Cabrera, catedrática de Zoología, así como las investigadoras Alicia Herrera Ulibarri e Ico Martínez Sánchez.
Los microplásticos son partículas diminutas de plástico que miden menos de cinco milímetros y que se originan por la degradación de los materiales plásticos que se desechan en el medio ambiente.
Estos contaminantes son considerados ubicuos, ya que se han encontrado en todos los ecosistemas terrestres y marinos; sin embargo, hasta ahora se había investigado poco sobre su presencia en la atmósfera y su impacto en el suelo.
