Borrar
El camión (a la derecha) cayó por un terraplén y se precipitó sobre un grupo de personas que celebraban una barbacoa en la aldea de Zuidzijde. EP
El camionero murciano que arrolló a seis personas en Países Bajos tenía cocaína en sangre

El camionero murciano que arrolló a seis personas en Países Bajos tenía cocaína en sangre

Su abogado defiende que el conductor pudo sufrir un ataque epiléptico

diana martínez

Viernes, 23 de septiembre 2022, 14:20

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El camionero murciano de El Mosca, que el pasado 27 de agosto arrolló a seis personas en Países Bajos, tenía «cocaína en sangre en el momento del delito», según confirman las pruebas de tóxicos que se realizaron tras el incidente, ha informado este viernes el medio holandés 'Rijnmond'. En una primera prueba de saliva realizada inmediatamente tras el suceso no se hallaron muestras de ningún tóxico.

Su abogado defiende que Juan S., el autor del atropello, de 46 años, podría haber sufrido un ataque epilético en el momento del siniestro. El Ministerio Fiscal, por su parte, investiga si el consumo de cocaína pudo haber influido en el comportamiento del conductor. Aún así, la Justicia neerlandesa ha decidido mantenerlo en libertad condicional a la espera del juicio, que aún no tiene fecha. El tribunal le impuso condiciones especiales debido a que se encuentra en España. Así, deberá cooperar en todo lo relacionado con el caso y comparecer en la audiencia cuando se le solicite.

Los vecinos de Zuidzijde han reaccionado ante los resultados de las pruebas de tóxicos. «Si ese es realmente el caso, debería ser castigado muy severamente», afirmó Louis Zagwijn con resolución al diario holandés 'De Telegraaf'. «Entonces tiene que ir a la cárcel por un largo tiempo». El dramático accidente todavía deja profundas huellas en el pueblo. Aún reposan flores en el lugar del siniestro. «El pueblo nunca volverá a ser el mismo. La gente que organizaba el asado del barrio se siente culpable...», lamentó Zagwijn.

La Justicia de Países Bajos considera además que es probable que el camionero comenzara a conducir después de haber consumido cocaína e incluso ve riesgo de reincidencia, pues el acusado ya había perdido su trabajo previamente debido a un accidente laboral. Mientras, al autor del arrollamiento se le retiró el permiso de conducir.

La tragedia tuvo lugar el sábado 27 de agosto, hacia las seis de la tarde, cuando el camión se salió de la carretera en el pueblo de Nieuw-Beijerland y se precipitó contra un grupo de personas que en ese momento participaban en una barbacoa organizada por un club de patinaje. Las víctimas mortales fueron tres mujeres de 28, 32 y 75 años, y tres hombres de 41, 50 y 62, según fuentes policiales. Tres de ellas eran de la misma familia: una madre, su hijo y la nuera, que estaba embarazada de ocho meses.

«Fue un desastre»

Desde la empresa de transportes El Mosca confirmaron al diario murciano 'La Verdad' que el camionero se salió de la vía al tratar de esquivar una furgoneta, la cual «presuntamente propició el accidente». Al realizar la maniobra, el vehículo pesado cayó por un terraplén y se precipitó sobre el gentío.

«Fue un desastre. Vi que el camión golpeó a una mujer y gente debajo del vehículo que estaba atrapada. Había niños entre ellos. Fue simplemente desgarrador», detalló Rody Jongebreur, testigo de lo sucedido y que cuenta con lesiones graves en la pierna, según recogía entonces 'De Telegraaf'. «Mi hija pudo saltar a un lado justo a tiempo, yo también me tiré al suelo y caí sobre vidrios rotos», explicó. «No tengo palabras para esto», lamentó Chris van Lieshout, que repetía que era algo «impensable». «Muchas veces paso por este lugar con una sonrisa, pero ahora se convertirá en un valle de lágrimas. Todo el pueblo está de luto profundo», agregío con dolor.

El siniestro ha afectado no solo a las familias de los fallecidos y heridos, también al propio conductor. Su abogado explicó que solo recuerda que trabajaba con una carga y no tiene consciencia de cómo se desarrolló el atropello tras descender por un terraplén hacia la barbacoa vecinal que se celebraba en la aldea holandesa de Zuidzijde, en Nieuw-Beijerland, a treinta kilómetros de Róterdam. «No sabe nada más, recuperó el conocimiento en una camioneta de la Policía cuando le dijeron lo que había sucedido. Está destrozado», declaró el letrado.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios