Al banquillo el hombre que mató supuestamente a su mujer a patadas
El fiscal Jesús Lomba pide para el acusado 23 años de prisión en unos hechos que tuvieron lugar en La Angostura en julio de 2016. La víctima falleció un mes después en el Hospital Insular.
Francisco José Fajardo Las Palmas de Gran Canaria
El próximo lunes comenzará el juicio ante el tribunal del jurado por el asesinato de Jayne May Evelyn, la mujer nacida en Reino Unido que falleció el 23 de agosto de 2016 después de que su pareja sentimental le propinara una andanada de patadas brutales que le provocaron la muerte, según sostiene en su escrito de acusación el fiscal Jesús Lomba.
El acusado, Ángel P. R. se enfrenta a una pena de 23 años de cárcel por el delito de asesinato con las agravantes de premeditación, alevosía y parentesco, estima en su resolución el representante del Ministerio Público.
Se trata de uno de los casos más duros que se recuerda en cuanto a la violencia machista se refiere, puesto que Ángel P. R. se tendrá que defender de haber matado a su pareja sentimental a patadas. Unas lesiones que presuntamente se produjeron el día 21 de julio de 2016, según el relato de los hechos del fiscal. Fue esa tarde cuando Ángel P. R. –que llevaba viviendo con la víctima desde hace 11 años– y encontrándose a solas en su domicilio, comenzó a discutir con la víctima mientras se encontraban en la cocina.
Daños. Sostiene el fiscal Jesús Lomba que, sin que Jayne May Evelyn «pudiera esperar su conducta ni asumir ningún tipo de defensa», con el fin de acabar con su vida le propinó «una serie de golpes directos, múltiples y de gran violencia física en el tórax y abdomen, a modo de patadas que aumentaron de forma consciente y deliberada el padecimiento que sufrió la víctima».
Estas patadas provocaron en Jayne May Evelyn un traumatismo toráxico y abdominal cerrado, fracturas costales múltiples bilaterales, neumotórax bilateral y hemotórax, la fractura del esternón, traumatismo abdominal con contusión hepática, laceración pancreática y la disrupción del conducto pancreático, y un hemopritoneo, comprometiendo varios órganos vitales, por lo que la agredida tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. «Tenía completamente separado en dos fragmentos el páncreas, presentaba fracturas costales con neumotórax bilateral y fracturas en el hígado y el bazo, muy propensas a sangrados abundantes», explica el fiscal.
Después de haberla presuntamente pateado, «el investigado no auxilió a su pareja» y se limitó a llamar a la hija para decirle «que su madre se encontraba tirada en el suelo en estado de embriaguez».
El juicio se prolongará desde el lunes hasta el jueves en la Sección Segunda de la Audiencia.
