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A tocar los instrumentos que robaron

A tocar los instrumentos que robaron

Tres menores que fueron capturados tras robar en junio de 2017 los instrumentos que tenía el programa Barrios Orquestados en el cono sur, aprenderán a tocarlos como medida judicial impuesta por el Juzgado de Menores número 1 de Las Palmas de Gran Canaria.

Jueves, 1 de enero 1970

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El Juzgado de Menores número 1 de Las Palmas ha impuesto como medida judicial el convivir, colaborar y aprender a tocar algún instrumento con el programa Barrios Orquestados a tres jóvenes que fueron capturados tras haber participado en el robo de cinco violines y seis violas, cuerdas, almohadillas, una pandereta, un xilófono y otros complementos propiedad de este proyecto.

La sentencia del Juzgado de Menores número 1 de Las Palmas obliga a los tres menores a 55 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad por robar e inutilizar unos instrumentos musicales por valor de más de 2.100 euros.

Se impone esta medida a los tres menores –que no eran reincidentes– y que dejaron los instrumentos sustraídos inservibles, pero que gracias a que la dirección del programa Barrios Orquestados renunció a la responsabilidad civil, es decir, no reclamaron nada, la magistrada Reyes Martel les impuso esta medida de prestaciones en beneficio de la comunidad consistente en ayudar a los demás niños del proyecto, ir a las actuaciones e incluso aprender a tocar algún instrumento.

Según detalla el fallo, Barrios Orquestados es un proyecto que parte de una idea concebida hace años por el músico y profesor de magisterio musical José Brito. «Es un sistema pedagógico y de acceso a la cultura en los barrios más deprimidos de Las Palmas de Gran Canaria», explica. «Es gratuito, los niños no tienen que comprar el instrumento y no hay que tener conocimientos previos de música», enumera.

Subraya la juez que la organización es «independiente de las administraciones públicas», y que «la única inversión que tienen que hacer las familias de los niños que se benefician es el compromiso y el cariño; no se pide más».

Los robaron en 2017 en el CEIPE Los Alisios.

Se trata de una medida encuadrada dentro de la denominada justicia restaurativa, que solo es aplicable en menores, es decir, una manera de que Barrios Orquestados vea restaurado el daño y los condenados aprendan la lección que «más que una condena, es una enseñanza», señaló el director de Barrios Orquestados, José Brito. «Entendemos que la peor manera de que comprendiesen lo que habían realizado era experimentando lo que significaban para nosotros estos instrumentos y, de paso, acercar a estos tres menores a la cultura. Es una fórmula mucho más pedagógica», reconoció Brito.

«La jueza Reyes Martel entendió y compartió esta medida y, tras reunirnos el viernes, el equipo de Barrios Orquestados hemos decidido participar en esta medida que es un acto de didáctica social. No queremos que los chicos se sientan etiquetados porque todos podemos cometer un error ya que se trata de niños jóvenes que tienen una vida por delante y no merecen ser señalados por nadie», añadió el director del proyecto.

«Ellos», refiriéndose a los tres menores condenados, «también lo van a intentar y qué mejor manera de entender el daño realizado que aprendiendo a tocar un instrumento. Quiero pensar que las medidas deben de ser pedagógicas en la justicia y estamos en el deber de intentarlo gracias a la comprensión y excelente predisposición de la magistrada Reyes Martel. Ha sido una alegría muy grande», exclamó.

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