Las instituciones ponen mano dura en la inspección pesquera insular
Las instituciones de la isla van a poner mano dura en la inspección pesquera, con la incorporación de dos nuevos agentes, que se unirán a los otros dos ya existentes, además de coordinar a las policías locales, Seprona y funcionarios municipales, con cursos de formación sobre normativa de pesca.
Las administraciones de la isla, entre ellas el Cabildo, los siete ayuntamientos y el Gobierno de Canarias, están reactivando y reforzando el control del furtivismo, el de la llamada primera venta de la pesca; y la lucha contra el mercado negro con medidas efectivas ya en marcha, y que en breve empezarán a dar resultados, se dijo este viernes.
Entre estas medidas destacan la incorporación fija de dos nuevos inspectores o agentes de control pesquero, con base fija en la isla, que reforzarán a los dos hasta ahora existentes, que en sí apenas daban abasto para una vigilancia efectiva del litoral de Lanzarote y La Graciosa, al estar también incluida la Reserva Marina del Archipiélago Chinijo.
Hasta ahora los dos agentes existentes se encontraban desbordados, no solamente por las labores administrativas que conlleva su labor, sino por la incapacidad de un control efectivo sobre toda la geografía insular y de la zona de la Reserva, pese a que contaban con apoyo de agentes de Medio Ambiente del Cabildo, (aunque las jubilaciones han causado bajas), así como con apoyo de la Guardia Civil, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona).
Hay que recordar que sólo en la Reserva Marina, entre La Graciosa e islotes, existen 446 licencias de barcos de la llamada lista séptima o de recreo, a los que la ley permite capturas de hasta cinco kilos máximo, y que con la escasa vigilancia existente hasta ahora resultaba muy difícil desarrollar un buen control efectivo. Con los cambios, a corto plazo se va a reforzar el control después de la coordinación interadministrativa de los siete ayuntamientos y el Cabildo, que estos días imparten, con la Dirección General de Pesca, cursos de formación a policías locales, funcionarios y agentes del Seprona.
Así se busca reforzar el control de la aplicación del Decreto de Primera Venta, evitándose en lo posible el mercado negro del que se están aprovechando algunos restaurantes, supermercados y puntos de venta al público.
Además, habrá un mayor control cotidiano para evitar intoxicaciones por ciguatera.
