Casi dos años después y las vallas siguen a uno y otro lado de la GC-1
15 de junio de 2016. Esa fue la primera vez que el Cabildo anunció su intención de retirar las vallas de publicidad a uno y otro lado de la GC-1. Desde entonces han pasado casi dos años, pero en Telde siguen en su sitio. Las que se han quitado ha sido por voluntad propia de las empresas propietarias.
Ni el Cabildo ni el Ayuntamiento de Telde han sido capaces, en casi dos años de gestiones, de cumplir con aquel compromiso anunciado y adoptado en junio de 2016. Primero las contabilizaron; luego Telde intentó que se las quitaran a las buenas, pero las empresas publicitarias se resistieron; después acordaron que había que obligarlas ley en mano, y Telde dejó claro que no podía, que no tenía dinero para hacerlo a las bravas; el Cabildo salió al rescate y se comprometió a financiar la operación; y en diciembre último se firmó la resolución. 93.000 euros. Esa fue la cantidad consignada. Y ahora, esta vez sí, la pelota parece que está en el tejado de Telde. En dos áreas, en la de Urbanismo y en la de Vías y Obras.
Por lo pronto, lo que ya tiene decidido el gobierno local es que esta tarea no podrá ejecutarse con personal propio, con el del Ayuntamiento. El área que dirige el edil Eloy Santana no cuenta con los recursos humanos suficientes para desmontar físicamente esas estructuras. Así las cosas, recurrirán a una empresa externa y especializada. Para lo que sí recurrirán a los trabajadores municipales es para armar los expedientes para la ejecución subsidiaria de la retirada de las vallas publicitarias. Esa labor le corresponderá a los empleados de Urbanismo, área que gestiona la edil Gloria Cabrera. Deberán operar en coordinación con los de la empresa que se contrate para el dispositivo de retirada.
Les espera un trabajo arduo, pero en el Ayuntamiento ni siquiera han concretado aún qué fórmula usarán para contratar a esa empresa. El primer censo del Cabildo cifró las vallas en ambos márgenes de la GC-1 a su paso por Telde en 113. Pero el último dato ofrecido por la institución insular, a mediados de 2017, las reducía a unas 90.
