Una empresaria del Sureste recupera la marca de Sandra

El avance de la noticia en las redes sociales puso ayer de manifiesto la impronta y el buen recuerdo que todavía tiene en la isla de Gran Canaria la marca y la imagen de la leche Sandra y de sus derivados, desaparecida del mercado desde el año 2012.

Mima Roca, la nueva dueña, asegura que «siempre he estado muy implicada en el sector primario, tenemos una explotación de ganado vacuno en el municipio de Agüimes y nos pareció una buena idea recuperar esta marca, partiendo de una producción muy pequeña aunque tenemos una alta tecnología y a partir de ahí iremos creciendo poco a poco».

Roca explica que van a intentar estar en el mercado siguiendo aquel eslogan que tenía la leche Sandra de la leche más cerca de su casa, porque aunque es un proyecto que no tiene una recuperación muy fácil desde el punto de vista del mercado por al enorme competencia con que nos vamos a encontrar, no vamos a dejar de intentarlo».

En este proceso, uno de los cambios que notará el consumidor de siempre de este producto es que desaparece la bolsa de plástico donde se comercializaba al principio «y ahora lo haremos en un botella con un tapón, ambos esterilizados, de forma que dure en la nevera más o menos 20 días en perfectas condiciones de uso mientras que antes no superaba los cinco o seis días».

La nueva propietaria de Sandra destaca que «es una marca muy reconocida y muy querida en las islas; todos le tenemos mucho cariño porque nos recuerda a la etapa más maravillosa de nuestra vida, que fue la infancia».

«Con el regreso de Sandra», añade Roca, «regresa ese sentimiento de felicidad y confianza, vuelve la leche de toda la vida, la leche 100% natural, la que se ordeña más cerca de tu casa. Nuestra misión es proporcionar a nuestra gente la mejor calidad de leche fresca de vacas canarias».

Según la nueva empresa, «en Sandra se cuida muchísimo la calidad, de manera que todas las propiedades del producto se mantengan en las mejores condiciones. Para ello», continúa, «Sandra cuenta con los equipos más modernos de refrigeración, procesado, envasado y almacenamiento para mantener todas las características de la auténtica leche fresca».

En la línea argumental de la propietaria de la nueva marca, desde la empresa se asegura que «desde Sandra creemos mucho en el producto canario y así lo vamos a defender; tenemos como misión enriquecer y promover el sector primario canario a través de la calidad de nuestros productos, creando valor compartido para toda la comunidad».

Finalmente, añade que «Sandra forma parte de la cultura canaria y desprende una emoción y un sentimiento de pertenencia que queremos realzar, juntos como una familia, haciendo valer lo canario, lo muy nuestro».

Con la frase de «el Cabildo no está para hacer yogures», el presidente del Cabildo de la época, año 2005, José Manuel Soria explicó su decisión de cerrar lo que se denominaba hasta ese momento y desde 50 años atrás, el Servicio Insular de Abastecimiento de Leche (Sialsa) y que compraba la leche a los ganaderos de toda Gran Canaria para después elaborar la leche bajo el nombre comercial de leche Sandra.

Tras un concurso con unas bases redactadas a la medida, el Cabildo vende en 2005 la veterana Central Lechera por 12 millones de euros. La empresa Kalise-Menorquina se quedó con la firma y, tan solo cinco años después, comenzó su declive alegando una caída de las ventas, lo que le condujo a reclamar de la misma institución que se la había vendido que acudiera a una imposible ampliación de capital. En 2012 entró en concurso de acreedores.

Ésta es a grandes rasgos la historia de una iniciativa pública, que después pasó a manos privadas y ahora vuelve, en otro intento de reflotarla con la ayuda de un recuerdo de una sociedad que durante medio siglo vio como sus explotaciones ganaderas vendían toda su producción para llegar al consumidor final.

La leche Sandra volverá a los supermercados en pocos días.

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