Los Reyes Magos reparten ilusión en la noche mágica

Un año más, no faltaron los camellos, que acompañaron a sus majestades sin carga y en manada, como es común en libertad y siguiendo a las carrozas reales. Los niños que aun no habían tenido ocasión de entregar su carta a los Pajes Reales pudieron hacerlo, ya que en la cabalgata un despliegue de carteros reales de Correos se encargó de recogerlas.

Con este recibimiento, se preparó para una noche mágica y entrañable, que desde tarde llenó de ilusión el trazado de la cabalgata, del Castillo de La Luz a San Telmo.

No serán los únicos que acompañaron a las carrozas dorada, plateada y de bronce de los Reyes Magos de Oriente, ya que fueron encabezadas por los personajes de "La Patrulla Canina", los bailarines de Mary Poppins, y el universo Harry Potter, entre otros.

Con hilo musical infantil y navideño y con referencias a cuentos populares, una docena de carruajes reforzaron en su recorrido la eco campaña del Ayuntamiento, con mensajes como "No juegues con el medio ambiente", " No con spray" y "Nuestra cabalgata, mejor sin sprays, más verde, segura y divertida".

Este año, sus majestades recuperaron el mensaje medioambiental del pasado año, pidiendo la colaboración de la ciudadanía para "evitar los aerosoles", que son "dañinos para el medioambiente y para los ocupantes de las carrozas", ha señalado Augusto Hidalgo, el alcalde de la ciudad.

Los Reyes pidieron paz con la suelta de varias palomas blancas de la mano de niños y niñas, así como salud y felicidad para todos los ciudadanos.

Como señaló el alcalde, este "entorno espectacular" de Sanapú fue recuperado para los ciudadanos de la capital grancanaria, y ha sido el lugar elegido para entregar las llaves mágicas "para que los Reyes pasen por absolutamente todos los hogares".

Hidalgo, fue el encargado de entregar a los tres monarcas las llaves de la ciudad, con la que los Reyes podrán por la noche visitar cada casa para dejar sus regalos a grandes y pequeños.

Melchor, Gaspar y Baltasar arribaron al muelle por la mañana en tres remolcadores, entre aplausos, gritos de emoción y un derroche de ilusión.