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Inundada por la MetroGuagua

Inundada por la MetroGuagua

«A palas», así asegura Macarena Miranda que tuvo que sacar el agua que inundó el lunes su local de la calle Galicia, como consecuencia de la rotura de una tubería por la obra de la MetroGuagua. Dice que la pala la causó y se formó «como una piscina» que se acabó filtrando en su local, ubicado en un sótano. Se queja del trato recibido.

Rebeca Díaz y / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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Hasta la medianoche del lunes, asegura Macarena Miranda que estuvo achicando el agua que entró en su local de la calle Galicia como consecuencia de la rotura de una tubería por la obra de la MetroGuagua, que se produjo poco después de las 10.00 horas. «Sacamos el agua a palas, llenando más de 80 cubos de 20 litros, porque con la fregona no había manera», explica esta empresaria.

Asegura que el incidente lo causó «la pala» que trabaja en la zona y que se formó un auténtico «géiser». Ese agua se acumulo en la entrada a su negocio, un karaoke, que inauguró el pasado 22 de septiembre, y se formó «como una piscina» que posteriormente se filtró en el interior del mismo.

Aunque los responsables de la obra dieron cuenta a Emalsa de la incidencia para que cerrara el suministro, Macarena apunta que el mal ya estaba hecho y relata que a las 14.30 horas, cuando su marido se acercó al local que regenta, se percató de que la puerta no abría. El motivo lo supo enseguida, «la puerta es automática y no abría porque se saltaron las palancas por las filtraciones», explica.

Añade que la cantidad de agua que se acumuló en su local, ubicado en un sótano, alcanzó los 20 centímetros y que en un principio ni veíamos por dónde andaban, porque no había luz.

Además, se queja del trato verbal recibido por parte de los responsables de la fase de la MetroGuagua que Construcciones San José realiza en el eje de Pío XII. «No nos querían decir ni de qué empresa era ni cuál era su seguro», señala. Asimismo, explica que el operario de la pala le dijo que «solo tenía seguro por si le daba a un coche».

En la mañana de ayer el concejal de Movilidad y el jefe de la obra se acercaron a hablar con la empresaria a su local, en el que «las palancas siguen bajas porque el problema es que está insonorizado y eso es esponja, por lo que no sé cuánta agua hay» en el suelo y las paredes.

Macarena aprovechó para recriminarle al responsable de la obra «el trato verbal recibido» y decirle que sentía que «nos han vacilado», porque el lunes le comentó «que era responsable de la rotura pero no sabía hasta qué punto de la filtración».

arcadio Suárez / C7

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