El viejo anhelo de Juan Alemán
La Paterna estrena su nuevo parque: 11.000 metros cuadrados que ofrecen un área de esparcimiento inexistente hasta ahora en el barrio y que llevará el nombre del veterano líder vecinal, que en la década de los ochenta lideró la lucha barrial.
Los callejeros de las ciudades están repletos de referencias a héroes anónimos, rotulados en placas que dan nombre a calles por las que lucharon desde las más humildes asociaciones vecinales. Ese será el caso de Juan Alemán, que sorprendido y emocionado, escuchó en boca de Augusto Hidalgo, alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, que el nuevo parque estrenado en la salida de La Paterna será bautizado como el veterano líder vecinal del popular barrio.
Alemán hoy vive lejos de calle Emilio Arrieta, a la que llegó en la década de 1970. Su residencia actual está en el barrio de Arenales. Pero su relación con el barrio donde vivió y peleó tantos años es indestructible. «Han cambiado muchas cosas. Muchas para bien, por ejemplo en infraestructuras, otras para mal», explica todavía impactado por un gesto del gobierno local que no esperaba y que se le comunicó en la misma inauguración del nuevo espacio verde de la zona.
El nuevo parque urbano de La Paterna ha supuesto una inversión de 1.245.829 euros. Se ha edificado sobre unos terrenos que llevaban mucho tiempo pidiendo atención, a la salida de lo que en el barrio se conoce como Paterna Baja, junto al puente que cruza a Miller Bajo y al lado de un club de tenis abandonado hace muchos años que los vecinos demandan que caiga también bajo la piqueta y acompañe a la nueva instalación y su oferta de jardines, zonas deportivas e infantiles, áreas de ocio con cafetería y espacio para perros.
«Hemos luchado mucho por tener lo que ahora tenemos. Por conseguir los colegios que hay en el barrio y también porque este parque llegara a ser una realidad. Desde 1977 empezamos la lucha vecinal», recuerda con dificultades para articular palabra debido a la emoción el homenajeado líder vecinal.
Juan Alemán mira a su alrededor y ve la nueva zona verde casi sin creérselo. Él fue líder vecinal, pero recuerda como en 1980 acompañado por los vecinos tomaron las calles en una campaña de limpieza que incluso fue galardonada. La Paterna fue uno de los primeros barrios de la capital que contó con contenedores para la recogida de basura.
Pero sus años de esplendor los vivieron gracias a la autogestión. Fueron los propios vecinos los que pusieron en marcha la campaña de limpieza. La Paterna comenzó a habitarse en 1970 y sus calles fueron recepcionadas por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en 1976. Fue ese momento en el que Juan Alemán y compañía decidieron tomar las riendas para trabajar por un barrio al que veían caer en las garras del abandono.
Fueron los vecinos los que construyeron los murales de las zonas ajardinadas y los que las plantaron. Los que se movilizaron materiales en mano para vestir y cuidar el barrio. Por aquellos años Juan Alemán pertenecía al APA del entonces colegio 18 de julio, luego rebautizado como Drago en consonancia con la memoria histórica.
Noche en comisaría.
Precisamente la pelea por los colegios del barrio le costó un susto. «Un día vino Soledad Becerril, que en aquel entonces era ministra de Cultura, y cortamos la carretera para protestar y exigir que se construyera un colegio más con la ampliación de La Paterna. Tuve que pasar la noche en la comisaría, pero eran las cosas de esa época. Y valió la pena».
Y para Alemán, aunque ya viva fuera del barrio, la lucha debe seguir. «Necesitamos concienciar a la gente que el barrio es nuestro y luchar. Recuperar las canchas de baloncesto que están en manos de un club privado».