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3.000 primeras comuniones en el aire en Gran Canaria

3.000 primeras comuniones en el aire en Gran Canaria

El estado de alarma decretado por la crisis sanitaria generada por el Covid-19 impide que muchos menores celebren este sacramento. El Obispado indica que una vez se levante el confinamiento estudiará «las maneras de cómo y cuándo» hacerlo.

Jueves, 1 de enero 1970

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Abril, mayo y junio son meses en los que muchos niños y niñas celebran su primera comunión, un acto que supone recibir el sacramento de la eucaristía rodeados por sus familiares y amigos y que guarda gran importancia entre las personas que profesan la fe católica. Por eso, a los años de preparación en la catequesis que los menores y sus madres y padres dedican para llegar a ese día, se suma la organización de los preparativos para una ceremonia que también es un momento para el encuentro y la celebración.

Pero lo que en muchos hogares se llevaba tanto tiempo planeando se queda ahora en suspenso por el estado de alarma decretado para tratar de frenar la propagación del Covid-19. Una circunstancia que deja en una total incertidumbre a familias como los López-Pérez Viéitez, que tenían previsto que su hija María Isabel, de 9 años, recibiera su primera comunión el día 9 de mayo en la ermita de San Telmo de la capital grancanaria.

«Precisamente el día en el que surgió toda la alarma era el día de la penitencia, en el tenía que hacer su primera confesión», explica María del Carmen Pérez Viéitez, la madre de la pequeña, que asegura que su condición de «sanitaria» le hacía prever que esto podía ocurrir, «con lo cual no me cogió tan de sorpresa».

Explica que si bien no se planteaba que «esta gravedad de la situación y tan prolongada», sí tuvo claro «que había que hacer un parón» que, reconoce, supone «un trastorno a todos los niveles», pero que entiende que «hay que pasar porque es una situación de salud pública».

En cualquier caso, explica que esta situación, «fuera puramente del ámbito espiritual de la catequesis y el acto en sí», ha supuesto un contratiempo en lo referente «a vuelos, desplazamientos y estancias» de los familiares que iban a desplazarse desde la Península, porque «mi marido es madrileño y yo soy gallega».

A esto se agrega, señala, «el restaurante, que evidentemente teníamos reservado y todavía no está cancelado porque cerró, como todos, y tenemos ahí eso pendiente». Al igual que el «vestido» de la pequeña, «porque era dentro de tres semanas». Además «del tema de la animación, la tarta o el fotógrafo», aspectos todos que, comenta, también «se han quedado en suspenso», ya que «no hemos podido cancelar nada».

Como María Isabel hay unos «3.000 niños y niñas en Gran Canaria» que a día de hoy desconocen la fecha y la forma en que tendrá lugar su primera comunión, confirma el vicario general de la Diócesis de Canarias, Hipólito Cabrera.

«En estos momentos tenemos parado todo», indica. Añade que una vez se levante el confinamiento «y veamos las condiciones» del mismo, «veremos las posibilidades y las fórmulas» de llevarlas a cabo, «siempre atendiendo a lo que nos digan las autoridades sanitarias».

Insiste en que de momento no pueden tomar decisiones y que una vez sepan las condiciones que se impongan, «estudiaremos las fórmulas y la maneras de cómo y de cuándo».

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