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Curas en el drago de Pino Santo

Curas en el drago de Pino Santo

El Cabildo aplica un tratamiento fitosanitario a la leyenda viva de Barranco Alonso sin tocarle ni una rama. El monumental ejemplar presenta cierta depresión y la cochinilla crece en su copa.

Jueves, 1 de enero 1970

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Erguido sobre un risco de basalto en la parte central de la caldera de Pino Santo desde hace 250 años, el drago de Barranco Alonso está deprimido y su copa se ha llenado de cochinilla, un insecto chupóptero. Para despiojarlo el Cabildo está pulverizando su fronda exterior con jabón potásico e insecticidas, y para revitalizarlo va a aplicarle un abonado foliar reconstituyente. Los trabajos ya están en marcha en la finca de Hoya Bravo.

Fue en abril de 2019 cuando un agente de Medio Ambiente advirtió cierta depresión del singular ejemplar, de 16,80 metros de alto y un perímetro de tronco de casi cinco metros, la progresión de una afección de cochinillas en la copa y alguna rama afectada y seca. Se inició entonces un proceso de análisis, fue valorado por varios especialistas y se confirmó que, aunque en general muestra buen aspecto, convenía someterlo a un tratamiento urgente.

Para aplicar el tratamiento fitosanitario propuesto por una mesa técnica, Medio Ambiente ha contratado una empresa especializada y ha suscrito un acuerdo con los dueños de la finca, interesados en la conservación de esta leyenda viva.

La parte de la copa afectada por cochinilla se está pulverizando con un producto de bajo impacto y reconocida eficacia (tipo jabón potásico) para desprender la mayor cantidad posible de la misma, así como con insecticidas de baja toxicidad contra Aonidiella tinerfensis.

El pulverizado se realiza sin acceder a las ramas ni tocar el árbol, mediante un brazo articulado que permite el acceso por encima de la copa. No es fácil porque este equilibrista crece sobre el margen de un cauce, a 15 metros de altura. De hecho brota de las rocas 3,5 metros por debajo del borde superior del cantil, sobrepasándolo otro tanto antes de ramificarse y conformar una copa fungiforme muy regular de más de 13 metros de diámetro. En principio, a expensas de las condiciones meteorológicas, el tratamiento se repetirá cuatro veces y durará un año.

En el lugar propio de un bejeque o un verol de no más de 30 centímetros, contempla desde su atalaya el Paisaje Protegido de Pino Santo y huele el azahar de un cercano prado de naranjeros. A 495 metros sobre el nivel del mar, está acostumbrado a las dificultades. El talud sobre el que se asienta presenta riesgo de desprendimientos y a principios de este siglo, el cuarto en que vive, sufrió el impacto de una plancha de uralita de un garaje cercano que arrancó un fuerte viento. Le rompió la mayoría de las ramas de un amplio sector de la copa y en la herida encontró cobijo la cochinilla.

El esbelto drago de Barranco Alonso está incluido en la propuesta del catálogo regional de árboles singulares, en el catálogo insular confeccionado por el Cabildo -todavía sin aprobar y sin ordenanza- y en el catálogo municipal de Santa Brígida, primero aprobado por un ayuntamiento de la isla. Quien desee verlo de cerca debe acercarse por el cauce del barranco o la carretera de Pino Santo.

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