Blanca Nieves Álvarez: «Llevo tres meses durmiendo en la calle»
Esta mujer minusválida de 65 años duerme por las noches en un rincón de la iglesia del barrio de Fabelo de la capital, aseándose y lavando su ropa en sitios ocasionales de manera insalubre.
Dafne Morales / Puerto del Rosario
Jueves, 31 de mayo 2018, 11:39
Esta mujer de 65 años, minusválida y a la espera de unas nuevas llantas para su silla de ruedas, «que están destrozadas», lleva cinco años viviendo en Fuerteventura, pero nunca ha tenido un hogar fijo en la isla. Y ahora, desde que hace unos tres meses no tiene donde quedarse, duerme en el rincón de la entrada de la iglesia del barrio de Fabelo, en Puerto del Rosario, «pasando frío, dolores y miedo por las noches».
Blanca Nieves Álvarez no tiene familia y dice haber sufrido malos tratos cuando era una niña, «y de ahí me vienen todos los problemas. Estoy operada de la columna vertebral, la tengo destrozada, tengo tres hernias, estoy operada de la rodilla y de la cabeza, sufrí de una trombosis, tengo también artrosis, se me hinchan los pies y mucho más que se puede comprobar en los papeles médicos y las radiografías».
Ya ha hablado con el área de servicios sociales del Ayuntamiento capitalino y del Cabildo Insular, se ha quedado en la casa de acogida de la iglesia, en el albergue de la Misión Cristiana Moderna, en la casa de una amiga «pero que tiene muchas escaleras y yo no las puedo subir», y dice no haber conseguido que nadie la ayude.
La mujer viene de Lanzarote, donde tampoco tenía con qué pagar un hotel o una pensión. Entonces desde el Ayuntamiento de Tías, pues residía en la localidad de Puerto del Carmen, le ofrecieron una habitación con un «alquiler baratito, pero después me lo arrebataron por un alquiler turístico, y me mandaron a Fuerteventura».
Blanca Nieves es conocida en la capital majorera por verla siempre en la calle, con su silla de ruedas y vendiendo algunos números de lotería para llevarse «algún pellizco y poder comer aunque sea algo al día». Muchos de los residentes capitalinos han tenido que ayudarla a subir cuestas porque ella no puede subirlas sola, además de que las llantas de la silla no están en las mejores condiciones.
«Sólo pido una cama y un baño». Estuvo en una casa de acogida en Puerto del Rosario, pero que luego cerró y se quedó en la calle. «He pedido también una casa de protección oficial, y me darán paro, pero que no me llega para estos alquileres tan caros». Blanca Nieves denuncia estar muy cansada, «ya no estoy para estos trotes, para ir de aquí para allá, sólo pido una habitación para mí con un baño, como si es en un garaje, donde poder dormir y asearme, sin pasar ni frío ni dolores».
En cuanto a su aseo personal, lo suele hacer en lugares ocasionales, también sitios públicos pero, al fin y al cabo, de manera insalubre. «Una vez me bañé en la playa, pero no es lo mismo que tener tu propio baño».
También dice que a veces no le da tiempo a ir a un baño en concreto para poder orinar, «y me lo hago encima. Tengo lumbago, me cuesta levantar las piernas incluso para orinar, ya estoy muy cansada. Cuando yo tenía casa me bañaba hasta tres veces al día con ayuda de una asistenta social, ahora me puedo pegar hasta tres días con la misma ropa puesta».
En Arrecife le llegaron hasta a atracar por la noche y le llegaron a romper uno de sus pies. «Tengo miedo, lloro y por las noches me quedo en las iglesias porque Dios es el único que me cuida».