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Bajo techumbres mudéjares del siglo XVI

Bajo techumbres mudéjares del siglo XVI

Las techumbres de madera de iglesias, palacios o casas particulares en Canarias, ya sean históricos o actuales, rezuman arte mudejar. Más o menos rico en función de la categoría del edificio y del estatus de sus moradores, el mudejar se deja ver casi en cualquier punto del archipiélago, pero si hay una isla donde no solo abunda, sino donde está el más antiguo esa es La Palma.

Rosa Rodríguez y Santa Cruz de Tenerife

Jueves, 1 de enero 1970

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La situación geográfica de Canarias, a medio camino entre el Europa y América, la convirtió en laboratorio de pruebas de todo lo que se llevó al territorio conquistado. El urbanismo y el arte no fueron una excepción y ejemplo de ello son las techumbres mudéjares que aún se conservan y que se siguen reproduciendo. Además de contar con ejemplos únicos, en La Palma están los artesonados mudéjares más antiguos de Canarias, fechados en el siglo XVI.

«Tras la conquista, había que construir y rápido y la mejor solución constructiva era, sin duda, la mudejar», algo que se vio favorecido por la llegada a las islas de moriscos expulsados del territorio peninsular y por la abundancia de madera de tea, explica el doctor en Historia del Arte Antonio Marrero, que, además, suma otro factor: la laxitud en la aplicación de la legislación gremial «por la necesidad de contar con maestros y oficiales para firmar obras».

Las primeras techumbres mudéjares que aún se conservan están en La Palma, en la capilla de la virgen de Montserrat de la iglesia del exconvento de San Francisco, en la capital palmera, que se levantó apenas 50 años después de la conquista de la isla, en 1493. Pero, además, los 27 artesonados mudéjares que Antonio Marrero ha contabilizado en la isla y que analiza en su último libro, Techumbres mudéjares policromadas de La Palma, editado por Cartas Diferentes, están policromados. Algunos templos conservan los techos y pinturas originales, pero otros han sido intervenidos y repintados a lo largo de los siglos, como es el caso de las tres naves mudéjares de la Iglesia del Salvador, también en la capital, considerada, junto a la catedral de Teruel, «la capilla sixtina del mudejar».

Además, en La Palma, está la techumbre más singular, «la única», dice Marrero, asimétrica que ha encontrado: la de la sala capitular del excovento de Santo Domingo.

En Canarias se conservan 89 edificios mudéjares, la mayoría en Tenerife (55). En Gran Canaria solo quedan dos (San Telmo, en la capital, y la iglesia de las Nieves, en Agaete) igual que en Lanzarote y Fuerteventura y otro en La Gomera.

Investigación

Antonio Marrero, que además de doctor en Historia del Arte es máster en Conservación y Restauración, profesor de Secundaria y ahora comienza con un contrato postdoctoral en Chile, ha hecho un estudio completo de las 27 techumbres mudéjares policromadas que hay en La Palma, tanto a nivel constructivo, como histórico-artístico (autores, fechas...) e iconográfico (que se representa -imágenes, pinturas, etc.)-. Además incluye un parte técnica sobre conservación y restauración.

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