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Las empresas que pertenezcan a los sectores turístico e industrial estarán obligadas a inscribirse en los dos registros que el borrador de la ley del cambio climático contempla: el de huella de carbono y el de sumideros naturales de dióxido de carbono. Para el resto de sectores, la inscripción tiene carácter voluntario.
Esto implica la necesidad de que «toda instalación hotelera y extrahotelera, así como los complejos turísticos recreativos» deberán registrar los «cálculos anuales» de huella de carbono que realicen en Canarias, los planes de reducción de emisiones, así como los proyectos de absorción de dióxido de carbono. asociados al mecanismo voluntario de compensación de emisiones.
Igualmente, pasará con «todas las actividades industriales» que se desarrollen en las islas.
En el borrador legislativo elaborado por la Consejería de Transición Ecológica que dirige José Antonio Valbuena, se exige al resto de sectores -agricultura, ganadería, pesca, acuicultura y comercio- la realización de un «plan de transición energética» en el que se especifiquen las acciones que vayan a minimizar la huella de carbono generada y las que sean necesarias para que la misma sea «cero o negativa».
Se contemplan medidas genéricas para fomentar tanto la transición ecológica como a un funcionamiento más sostenible pero en ningún momento van referidas a la política fiscal.
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