Rodríguez: «Marruecos no parará en el Sahara. Irá a por Ceuta y Melilla»
El vicepresidente canario urge a delimitar la mediana y preservar la soberanía del pueblo saharahui por encima de las relaciones bilaterales
La posición del Gobierno de Canarias en el asunto del Sahara difiere solo en «matices» y, en cualquier caso, pasa por reconocer el derecho de autodeterminación. Lo reconoció así ayer el vicepresidente y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, que pese a negarse a hablar en nombre del resto de grupos que conforman el pacto se mostró tajante sobre la opinión de Nueva Canarias ante el giro de Pedro Sánchez.
«Sea quien sea el que se coloque en las tesis ocupacionistas de Marruecos, nosotros no las compartimos, las combatimos», afirmó en comisión parlamentaria en respuesta a una pregunta del portavoz de Podemos Canarias, Manuel Marrero acerca de las posturas de los gobiernos español, francés y alemán.
Crítico con las declaraciones del presidente español, el diputado teme que este triaje pretenda un cambio de opinión de la Unión Europea y se reconozca la soberanía de Rabat en el territorio saharahui, algo que resultaría «muy peligroso».
A juicio de Rodríguez, el expansionismo marroquí no se limitará a la conquista del Sahara, que espera que «no consiga nunca», salvo que así lo decida el pueblos saharahui.
El ministro de Asuntos Exteriores visitará las islas el 26 de mayo para dar cuenta del cambio de postura de Sánchez
«Después vendrán Ceuta y Melilla, la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y el mar territorial», argumentó en referencia, también, a las dos propuestas de ley aprobadas unilateralmente por el Parlamento de Marruecos en 2020, en las que delimitan sus fronteras marítimas con España y Mauritania, apropiándose de las aguas del Sáhara Occidental.
«A pesar de que no tienen eficacia legal, sin duda expresan la voluntad de anexionarse el territorio, sus aguas y, a partir de ahí, sería cuestionable que lo hicieran con las españolas», añadió.
Es por ello que para el vicepresidente urgen dos tareas. La primera, delimitar la mediana «equidistante» entre las aguas canarias y marroquíes y, la segunda, preservar la soberanía del Sahara por encima de cualquier negociación con las islas.
Marrero quiso reiterar la poca fiabilidad del país alauita, que utiliza la inmigración, el tráfico de drogas y el yihadismo como medidas de presión en el diálogo con España. «Las relaciones de buena vecindad siempre tienen que tener de base el consenso, nunca el chantaje», aseveró. «Cuando hablamos del Sahara, además, estamos hablando de legalidad y del cumplimiento de los Derechos Humanos».
Delimitar las aguas canarias
Por otro lado, recordó el vicepresidente que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, visitará el 26 de mayo el archipiélago para explicar el cambio de posición del Gobierno de España y sus posibles consecuencias para las islas. Una cita esperada desde hace dos meses, cuando el propio presidente canario, Angel Víctor Torres, solicitó explicaciones al Ejecutivo.
Presumiblemente, Albares se enfrentará a preguntas sobre la sonada ausencia de Canarias en la comisión sobre inmigración, donde se esbozaron mecanismos para «desincentivar» las salidas en los territorios africanos y la creación de patrullas marítimas mixtas, similares a las que el país cuenta con Mauritania.
También sobre la comisión para negociar las aguas territoriales, donde ya el ministro ha garantizado que sí estará presente Canarias. «Vamos a hacer todo lo posible para llegar a un acuerdo entre Moncloa y Rabat, dentro del Convenio de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar», aclaró durante su reciente visita al país alauita Pedro Sánchez.
En esa reunión se prevé negociar la dimensión de la ZEE, ya que entre Canarias y Marruecos apenas hay 100 kilómetros y la demarcación sobre las que ambos estados tienen soberanía se extiende a unos 370 kilómetros.
Rodríguez adelantó que mañana el diputado Pedro Quevedo interrogará al ministro sobre estas cuestiones en una interpelación en el Congreso, sobre la que aún están afinando algunos puntos.
«Creemos que el giro del Sahara responde a un error estratégico por parte del presidente y vamos a defender lo que al menos mi organización lleva haciendo inequívocamente durante toda la trayectoria de esta historia», concluyó el vicepresidente.
