Borrar
Coalición es feliz con Torres

Coalición es feliz con Torres

La dirección socialista se toma una semana más para decidir sobre la continuidad de Santiago Negrín, en el marco de la estrategia que favorece a CC: dejar que pase el tiempo

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Ocurrió el jueves pasado en el Parlamento de Canarias, en la Comisión de Hacienda, mientras Rosa Dávila presentaba los presupuestos para el año 2018. Allí estaban los portavoces designados por los partidos con presencia en la Cámara y lo sucedido es mucho más que una anécdota. De hecho, todavía los presentes están rumiando el alcance de lo que vieron y escucharon.

Intervenía en representación de los socialistas el diputado por Fuerteventura Iñaki Lavandera, que fue portavoz del Grupo Socialista hasta que Ángel Víctor Torres llegó a la secretaría general, estrenó Ejecutiva Regional y defenestró a Patricia Hernández y el propio Lavandera. El parlamentario majorero se mostró crítico con las cuentas que presentaba Dávila, en la línea de lo que se espera de un partido que está en la oposición y cuya dirección regional no había acordado apoyar los presupuestos.

En el turno de defensa de la consejera, el portavoz de Coalición Canaria, José Miguel Ruano, tildó de «poco ilustrada» la intervención de Lavandera, le espetó que actuaba con «resentimiento», que lo hacía parapetado en posiciones «destructivas» y, ya puestos, añadió: «Quiero tender la mano a la nueva dirección del PSOE; a veces si se elige mal el portavoz las cosas no son expresión del cambio que ha habido en el partido». Algunos de los presentes en la sesión admiten que todavía se están pellizcando a ver si lo que escucharon fue real o un sueño: ¿un diputado de un partido que le dice a otra formación que haga el favor de designar a interlocutores más dóciles? Pero así fue. Y desde el jueves hasta hoy nadie en la dirección socialista ha reaccionado. No es que se haya echado en falta un gesto de amparo al diputado señalado por Ruano; es que literalmente ha quedado en desamparo por los suyos.

El hecho es interpretado en buena parte de las filas del socialismo como la demostración de los tiempos que corren: por un lado, la sensación de no saber si son un partido en la oposición o el nuevo aliado de Coalición Canaria; por otro, la impresión de que el PSOE juega a favor exclusivamente del Gobierno de Fernando Clavijo, y, puestos a buscar una explicación, la sospecha de que todo obedece a una estrategia -si es que la hubiera- de Ángel Víctor Torres para ir trenzando una alianza con CC de cara a un posible Gobierno conjunto tras las elecciones de 2019. Como señaló esta semana a este periódico un militante socialista con experiencia en esto de ver por dónde navega la Ejecutiva, Torres «dijo en la campaña por la secretaría general que quería estar en el Gobierno, y la impresión es que está haciendo oposiciones para ser vicepresidente si en las elecciones el resultado de los socialistas no es muy bueno».

A fecha de hoy, es un misterio qué propuesta concreta de reforma electoral quiere el PSOE canario; qué piensa hacer para desatascar en el Congreso la reforma del Estatuto de Autonomía; cómo mejoraría los presupuestos autonómicos, más allá de mensajes genéricos sobre más dinero para Educación y Sanidad; qué hará con la renovación de los órganos parlamentarios, que lleva meses empantanada; y también por qué no es coherente con lo dicho en julio en sede parlamentaria, cuando la diputada Dolores Corujo -hoy portavoz- se unió a la oposición al reclamar el cese de Santiago Negrín al frente de Radiotelevisión Canaria pues, de lo contrario, activarían su destitución en un pleno. Eso fue el 21 de julio; han pasado tres meses y medio y lo único que ha dicho la Ejecutiva Regional liderada por Torres es que esperaban tres informes, pero, como adelantó esta semana el periódico digital Canariasahora.es, dos de ellos ni siquiera se han pedido.

Ayer, a través de un comunicado, la dirección regional socialista puso una nueva fecha: el 13 de este mes se reunirá en Tenerife para tomar una «decisión final» sobre RTVC. Según el equipo de Torres, «los distintos acontecimientos conocidos no despejan las dudas respecto a la validez de los procesos puestos en marcha por el presidente del ente, especialmente los vinculados al concurso para la elaboración de los informativos de dicha cadena». Los socialistas canarios vuelven a exigir algo que el Gobierno canario ya ha dicho que no es competencia suya: que los Servicios Jurídicos del Gobierno de Canarias emitan, «y cuanto antes, un definitivo informe jurídico que, de forma nítida y contundente, aclare que se cumple con lo que exige la ley en cuanto al proceder del presidente, cuestión ya solicitada por la mayoría del Parlamento de Canarias». Y añaden que si tal informe no se produce o se justifica que no se es competente en esta materia, se entenderá que tampoco el Gobierno da por acreditadas esas garantías jurídicas, con lo que la Ejecutiva pondrá sobre la mesa la petición de cese y relevo de Negrín.

Es lo que ya se empieza a conocer como Torres y el síndrome de las calendas graecas, en alusión a la expresión latina que se usa para referirse a aquello que nunca llegará porque en realidad se está jugando a dejar que el tiempo pase. Y como licenciado que es en Filología Hispánica y lector en su día de algunos clásicos, Torres maneja los latinajos.

Mientras, en Coalición Canaria no ocultan su comodidad -incluso su felicidad- con el nuevo socio que les surgió en verano. Es más: aguardan un paso estratégico adicional en esa senda de reconciliación oficial con el PSOE, un hito en forma de reunión entre Fernando Clavijo, el propio Torres y Pedro Sánchez. La cita se ha ido postergando por los acontecimientos de Cataluña, pero Clavijo ansía explicar a Sánchez su versión de la ruptura con el PSOE canario de Patricia Hernández y la posibilidad de sellar otra alianza en 2019. Incluso si el PP siguiera con mando en plaza en Madrid, pues a los nacionalistas no les importa votar en el Congreso junto a Rajoy y gobernar en las islas con el partido que hace oposición a este. No será la primera vez y ya se sabe que coherencia y poder no siempre van de la mano.

Igualmente cómodo se encuentra Casimiro Curbelo, que ve ahora más cercana una reconciliación con el PSOE de Torres. El dirigente de la Agrupación Socialista Gomera lo admitió a las primeras de cambio en cuanto Torres asumió la secretaría general del PSOE canario, y el peaje que pagarían los socialistas a cambio sería dulcificar su propuesta de reforma electoral para no incomodar al político gomero. ¿Tanto valen los tres diputados de ASG? La respuesta se encuentra en las cábalas que ya se hacen de cara a 2019: si se repiten los números de 2015, CC y PSC podrían gobernar otra vez con 33 diputados, pero en ambos partidos sospechan que lo más probable es que bajen, de manera que ASG podría ser la llave para rebasar la barrera de la mayoría -en especial si el hemiciclo gana en escaños-. Y esa llave tendrá el doble precio de dejar la reforma electoral en menos de lo que se esperaba y en un trato preferente en las inversiones autonómicas -el criterio de la triple paridad aplicado al reparto de los dineros, con independencia de las bolsas de pobreza por islas-.

La otra clave que se mueve en el escenario es que Torres ha empezado su mandato con unos resultados en Gran Canaria -vía Franquis- que confirman que la decepción está calando. La exigua victoria de Sebastián Franquis -el gran apoyo de Torres en la batalla por el liderazgo regional- así lo demuestra: solo el 54% de votos en un pulso con el casi desconocido edil teldense Alejandro Ramos, que se ganó los apoyos de numerosos municipios y que no dio el sorpasso porque el tándem Franquis-Torres se hizo con la victoria en la capital, donde los votos funcionan a golpe de llamada telefónica, familias políticas y equipos deportivos que votan en masa a cambio de que se mantenga el juego de las compensaciones. Así las cosas, entre importantes sectores del socialismo se consolida esa teoría de que Torres, sabedor de su debilidad, lo fía todo a la salvación en un pacto de gobierno con CC cuyas primeras líneas del contrato se están escribiendo ya. Es el conocido juego de «vamos a no incomodarnos ahora porque más adelante acabaremos estando juntos». A fin de cuentas es lo que se concluye de las palabras de José Miguel Ruano en la Comisión de Hacienda: solo le faltó decir que era una pena que Torres no fuera ya diputado y estuviese allí sentado en lugar de Lavandera.

Claro que, por medio, hay unas elecciones y ni la militancia ni los electores son tontos. Ven, escuchan y leen, y a fecha de hoy a quien ven, escuchan y leen más cómoda que hace tres meses es a Coalición al lado de Torres.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios