La fundación incumple ya el contrato con los Chillida

Además, el acuerdo firmado con la familia Chillida en enero de 2015, por el que cedía de forma gratuita los derechos de explotación de Tindaya al Gobierno y al Cabildo, especifica como una causa de disolución de este contrato que la licitación para la ejecución y explotación del proyecto no estuviera convocada antes del 31 de diciembre de 2016 -o quedara desierta-. Igualmente, especificaba que la familia del escultor recuperaría estos derechos si los trabajos de ejecución no se iniciaban en septiembre de este año.

Lo cierto es que después de más de año y medio desde que Fernando Clavijo y Marcial Morales firmaran la constitución de la Fundación Monumento a la Tolerancia en la montaña de Tindaya para dar un impulso al proyecto de Eduardo Chillida y que las obras se pusieran en marcha durante este ejercicio, parece complicado que las obras pueden iniciarse ni siquiera en 2018.

Y es que aún no está adjudicado el proyecto de viabilidad económico definitivo, para lo que las instituciones regionales se pusieron en contacto con varias fundaciones bancarias. Este paso es necesario para la convocatoria del concurso público, pero el Gobierno aún no ha encontrado quien lo realice con sus condiciones: como una colaboración, es decir, a coste cero, ya que uno de los objetivos es que el proyecto no suponga ni un euro más para las arcas públicas. Al respecto, la institución majorera apunta que la Fundación promoverá «en el plazo más breve posible» el citado estudio «despejando cualquier incertidumbre relativa a los aspectos ambientales, técnicos, de patrimonio histórico, económicos, territoriales, culturales, artísticos, etc». Además, indica que «proximamente» se designará a la comisión artística.