Infancia mantiene a raya cuatro brotes en los centros para menores migrantes
La directora general asegura que siguen los protocolos marcados por Salud Pública y esperan reducir aún más el riesgo con la vacunación
El virus continúa presente en todos los sectores de la población, también en los centros de menores extranjeros, donde actualmente existen cuatro brotes activos. Sin embargo, la directora general de Protección a la familia y a la infancia, Iratxe Serrano, asegura que están bajo control y que la mayoría de los que se han producido en los últimos meses se han debido a algún contacto con los trabajadores que entran y salen de las instalaciones. «No es culpa de nadie, al final funcionamos como una familia grande y el riesgo inevitablemente está ahí. Mucho hemos tardado», afirma la directora general, señalando que si bien la pandemia inició en marzo, el primer brote que detectaron fue en noviembre.
El protocolo que siguen es aquél que marca Salud Pública: aislar a los contactos estrechos de los positivos y «estar muy pendientes» de los chicos para que cumplan las medidas de seguridad. «Al final son adolescentes y, como la mayoría son asintomáticos, les cuesta creer que sean positivos y asumir que tienen que estar en cuarentena», indica.
En este sentido, Serrano asegura que tiene cierta tranquilidad, ya que el mayor síntoma que han experimentado los menores con covid ha sido fiebre, y a ello se suma la inminente vacunación de los mayores de doce años. Gracias a ello, asegura, se minimizará el riesgo de contagiarse y contagiar al resto de la población.
Actualmente, Canarias dispone de 46 dispositivos de emergencia para atender a un total de 2.508 menores. En caso de un brote es el propio equipo covid del Servicio Canario de Salud el que realiza una recomendación sobre si el centro reúne las características necesarias para aislar a los positivos. En caso de que la infraestructura no lo permita, los contactos estrechos son trasladados a otro recurso temporalmente, como ha sido el caso de los últimos brotes detectados.
«Estamos viviendo un periodo de cierto respiro que nos ha permitido reorganizar mucho —explica Serrano—. Los más pequeños ni siquiera están yendo a los centros sino a acogimiento familiar y hemos incrementado el número de recursos en los últimos cinco meses». La directora general quiso reconocer, también, la buena disposición de la mayoría de ayuntamientos. «Es difícil pero, salvo dos, están colaborando».
Las casetas-iglú continúan reservadas para emergencias
El recurso abierto el pasado diciembre se ha mantenido como un espacio de emergencia a utilizar por el Gobierno ante el gran volumen de menores que asume la comunidad autónoma. A pesar de que en los últimos meses no había sido necesario su uso, sí que se ha empleado para realizar cuarentenas o anteriormente para alojar de forma temporal a los chicos ante la falta de recursos estables. De hecho, Iratxe Serrano apunta que en el caso de una llegada masiva de menores o varias pateras en un solo día es la «única alternativa» de que disponen. La consejería de Derechos Sociales informó que los iglús están hechos de fibra de carbono, están termoaislados e insonorizados y caben entre seis y ocho personas.