La futura ley canaria de industria aspira a elevar hasta el 10% el peso del sector en el PIB regional

Aumentar el nivel de industrialización de las islas es un viejo propósito que viene de lejos, tanto como el de diversificar el tejido productivo para no depender solo del turismo, con la diferencia de que ahora se pretende abordar con nuevas herramientas: la primera ley canaria de Industria que el Gobierno autónomo proyecta sacar adelante esta legislatura tiene entre sus objetivos modernizar el sector para convertirlo en estratégico y aumentar su peso, que está en la actualidad en torno al 7%, hasta el 10% del PIB regional.

La elaboración de la ley fue anunciada por la consejera de Turismo, Industria y Comercio de Canarias, Yaiza Castilla, en noviembre de 2019 -cuatro meses después de configurarse el Gobierno cuatripartito encabezado por Ángel Víctor Torres- y aunque el proceso se ralentizó debido a la emergencia sanitaria, se mantiene como una de las prioridades del Ejecutivo autónomo. La nueva norma se encargara de regular, ordenar y actualizar todas las áreas del sector de la industria canaria, especialmente las actividades de innovación, digitalización de procedimientos, emprendeduría y modernización del tejido industrial,

La base para la redacción de la futura ley es la Estrategia de Desarrollo Industrial de Canarias (EDIC) 2021-2025 que se va a presentar en el mes de abril, un instrumento con el que se pretende poner los mimbres para dar mayor relevancia a la industria en la economía isleña. La pandemia y el frenazo en seco de la actividad económica durante los meses de confinamiento han reabierto la reflexión sobre la necesidad de potenciar el suministro interno de productos básicos para la población y de impulsar el desarrollo del sector industrial como generador de empleo en una autonomía que ya arrastra un 25% de paro.

La EDIC 2021-2025 se ha elaborado con las aportaciones y puntos vista de los agentes del sector industrial de las islas sobre la evolución reciente, la situación actual -con un análisis específico de los efectos del coronavirus en la producción- y los retos a afrontar en los próximos años para lograr un desarrollo efectivo que genere valor y empleo estable. Sus contenidos se distribuyen en tres apartados: diagnósticos, política industrial y gobernanza.

A lo largo de los últimos años el tejido industrial de Canarias ha experimentado un crecimiento anual estable -frenado en 2020 por la pandemia- pasando de las 4.996 empresas industriales que había en el año 2014 a las 5.747 en 2019, lo que supone un incremento de 751 empresas en cinco años. En ese periodo, el sector manufacturero fue el que mostró mayor dinamismo, y por ramas destacan la reparación e instalación de maquinaria y equipos y la industria de la alimentación. También ha sido muy positiva en los últimos años la evolución del sector dedicado al suministro de agua, actividades de saneamiento y la gestión de residuos.