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El sector renovador de Nueva Canarias (NC) «respeta y comparte» la posición de búsqueda de consenso que defiende el presidente del Cabildo, Antonio Morales, pero considera que ya no hay vuelta atrás en su ruptura con la organización si antes no se produce un paso a un lado por parte de quienes ostentan la dirección del partido. La renovación, mantienen, «es innegociable».
Morales, en un artículo de opinión publicado este domingo en Canarias7 reclamó «mayor responsabilidad para hacer frente a esta situación», un escenario que, a su juicio, precisa «altura de miras y sin personalismos». Apuntaba que «no se puede dar la espalda a lo que plantea el 80% de los cargos orgánicos o públicos de Gran Canaria» e instaba a no sustituir el debate político por «lealtades personales».
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Al respecto, Óscar Hernández, alcalde de Agüimes y portavoz del sector crítico -integrado fundamentalmente por las asambleas locales de formaciones aliadas de NC-, coincide con el presidente del Cabildo y apunta que la ruptura «es la peor situación posible».
Pero a la vez mantiene que las posibilidades de acuerdo en este momento entre las dos facciones de la organización están «más que rotas» porque «es incompatible la exigencia de renovación con la postura de la dirección de que no van a admitir este veto».
Indica Hernández que en este tiempo se han buscado muchos puntos de encuentro y se han producido muchas horas de reuniones «pero sigue sin resolverse la cuestión principal que es la renovación de la dirección».
Desde hace más de un año, el sector crítico inició un debate interno en NC reclamando un cambio de nombres en la cúpula del partido, donde están instalados desde la constitución del mismo Román Rodríguez como presidente y Carmelo Ramírez como secretario de Organización.
«Su postura inmovilista no puede romper un proyecto de nacionalismo progresista nacido hace más de 20 años», sostiene el alcalde de Agüimes.
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Los renovadores respetan la reflexión de Antonio Morales «compartida desde el principio» y reconocen que su posición es «incómoda», porque como presidente del Cabildo debe ser mediador entre las dos sensibilidades de la organización.
Sin embargo, subrayan que las vías de negociación «se agotaron» a lo largo de 2024 «porque quien tenía que decir la última palabra (en referencia a Román Rodríguez) no ha dicho nada».
A pesar de que el margen para reconducir la situación es practicamente inexistente, Óscar Hernández confía en que se produzca esa «reflexión personal» por quienes representan el poder del partido y asuman que la renovación es necesaria «no solo como factor de supervivencia, sino de proyección de futuro».
Y reitera el dirigente de Roque Aguayro cuenta «con el apoyo y la representación pública» frente al control orgánico que está en manos de la dirección «y que quieren llevar al congreso».
Fuentes de los renovadores reiteran que «ya pasó el tiempo del enfrentamiento» porque durante todo un año fue imposible un acercamiento y ahora parece poco probable que pueda producirse.
En este momento están «centrados en las expectativas de futuro» y en el calendario fijado por estas organizaciones locales para celebrar las respectivas asambleas y votar la «desconexión» de Nueva Canarias y la constitución de una nueva formación política que se pueda presentar publicamente en marzo o abril.
El sector renovador apunta que en el congreso de NC convocado para el próximo mes de julio se puede producir «el ridículo más absoluto» si finalmente Román Rodríguez optara por no presentarse «y por el camino haya reventado la organización» que se constituyó en el año 2005, tras la escisión de los nacionalistas de Gran Canaria de Coalición Canaria (CC).
Siguiendo el calendario marcado a mediados del pasado mes de diciembre, las asambleas locales lideradas por los renovadores de Nueva Canarias celebrarán durante este mes de enero reuniones para que la militancia se pronuncie sobre la «desconexión» de la organización, una posibilidad que defienden sus dirigentes.
En este sentido, la primera formación que ha puesto fecha a este encuentro ha sido el Bloque Nacionalista Rural (BNR) que preside Teodoro Sosa, el alcalde de Gáldar y uno de los líderes de este movimiento renovador y, previsiblemente, quien estaría al frente de un nuevo proyecto político. Será el próximo 28 de enero cuando los militantes de esta organización se pronuncien sobre su futuro.
Además, esta misma semana pondrá fecha el resto de partidos locales. Este mismo lunes estaba pendiente de su asamblea para fijar la reunión Roque Aguayro, la organización que dirige el alcalde de Agüimes.
Lo mismo ocurre con Asba, la formación de Valsequillo que tiene al frente a Francisco Atta. La previsión es que las 13 asambleas locales voten este mes y si finalmente optan por la salida de Nueva Canarias «empezar a trabajar» para dar forma al nuevo proyecto político.
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