Clavijo pide hora al Gobierno para tomar el pulso a la agenda pendiente

Con los nuevos ministros ya al frente de sus departamentos, el Ejecutivo canario -calendario en mano y consciente de que el tiempo juega a la contra-, se ha dado prisa en pedir hora al flamante equipo de Pedro Sánchez para tratar de que la denominada agenda canaria siga su curso y no se retrase más de lo que estrictamente requiere el traspaso de poderes.

De momento, el Ejecutivo que preside Fernando Clavijo mira con buenos ojos al nuevo Gobierno estatal, al que sobre el papel considera «solvente» y hasta «ilusionante» por el perfil de sus ministros y la trayectoria que acreditan, en algunos casos en línea con los planteamientos que defiende Canarias, aunque recela de las hipotecas que Sánchez pueda haber adquirido con Podemos y los partidos soberanistas. El diálogo directo y la gestión de los diferentes departamentos ministeriales van a marcar a partir de ahora el ritmo de los asuntos canarios.

En el horizonte más inmediato las prioridades están bien definidas: aprobar el REF económico y la reforma del Estatuto de Autonomía, ambos todavía en trámite en el Congreso, garantizar la ejecución de las partidas incluidas en los Presupuestos de 2018, firmar el convenio de carreteras y pactar la nueva financiación autonómica.

Este último aspecto, la reforma del sistema de financiación pendiente desde hace cuatro años es a priori el de mayor complicación porque requiere que el Estado y las comunidades autónomas se pongan de acuerdo en cómo repartir los recursos para costear los servicios esenciales -sanidad, educación y servicios sociales- a partir de criterios discrepantes.

La elección de María Jesús Montero como ministra de Hacienda ha despertado sin embargo buenas expectativas para los intereses de las Islas, porque en su etapa de consejera del Gobierno andaluz dio la batalla en favor de inyectar más recursos a las autonomías y por establecer un coste único de prestación de los servicios públicos igual para todos los españoles, como pide Canarias. Menos coincidencia existe en la propuesta de armonización fiscal que defendió Montero desde su anterior cargo, frente a la exigencia canaria de mantener un diferencial en los impuestos cedidos para compensar las desventajas de la insularidad y lejanía.

Otro ministro con el que Canarias quiere abrir el diálogo cuanto antes es el titular de Fomento, José Luis Ábalos. De su departamento depende el nuevo convenio de carreteras, que quedó prácticamente cerrado con su antecesor en el cargo, Íñigo de la Serna, pero que sigue pendiente de firmar. Con el anterior Gobierno del PP ya se estableció el listado de proyectos a ejecutar y se acordó que además de las anualidades pactadas el Estado abone a Canarias la compensación fijada por el Tribunal Supremo por recortar el anterior convenio.

Del Ministerio de Fomento depende también la concreción práctica de la subvención del 75% a residentes para viajar a la Península, fruto del acuerdo de NC con Rajoy, que al estar recogida en los Presupuestos de 2018 entrará en vigor de forma automática cuando estos sean aprobados definitivamente y se publiquen en el BOE.

Respecto al REF económico y a la reforma del Estatuto de Autonomía, el Gobierno canario cree que los cambios en el Gobierno no van a influir en el trámite que falta para su aprobación, porque en ambos casos existe ya un alto grado de consenso político. La previsión es que tanto los aspectos económicos del REF como el Estatuto -con reforma electoral incluida-, puedan quedar aprobados antes de que acabe el año.

En el ámbito europeo, la defensa de los intereses de Canarias como región ultraperiférica (RUP) en la negociación para la renovación de los fondos comunitarios estará en manos del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, y de la ministra de Economía, Nadia Calviño, que tiene una importante experiencia previa como directora de Presupuestos de la UE.