Sí es no
A LA ÚLTIMA ·
La señora Armengol está dispuesta a arbitrar un sistema de rectificaciones urgentes, una segunda oportunidad, una amnistía fonética, un decirle a Pujol «angelito mío, no te pongas nervioso y vuelve a empezar»
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, quiere impulsar una reforma del Reglamento de la Cámara para que los diputados que se confundan al votar puedan ... rectificar y cambiar sus síes por noes. Recordarán ustedes cómo el diputado socialista Sancho gritó «sí» a la investidura de Feijóo con entusiasmo agropecuario, algo que también hizo Eduard Pujol, de Junts, aunque en este último caso tal vez se le pasara por la cabeza, como un molesto y fugaz relámpago, la idea de que ellos son de derechas de toda la vida, aunque ahora vayan de rebeldes porque el mundo les ha hecho así.
Los tiquismiquis opinarán que a los Pujoles, los Sanchos y los Caseros les estamos pagando más de seis mil euros al mes solo para que voten lo que les mandan, así que lo mínimo que se les puede exigir es que acierten con el botón o con el monosílabo y que, en caso contrario, apechuguen con el oprobio de haberse equivocado. Sin embargo, la señora Armengol está dispuesta a arbitrar un sistema de rectificaciones urgentes, una segunda oportunidad, una amnistía fonética, un decirle a Pujol «angelito mío, no te pongas nervioso y vuelve a empezar».
A mí me parece muy bien esta amabilidad de profesora de preescolar, aunque quizá fuese más efectivo gastar el dinero que haya sobrado de los pinganillos en pagarles a todos los diputados un cursillo de formación, impartido por filólogos, sobre el correcto uso de los adverbios de afirmación y de negación. Y, si no, siempre habrá en el archivo de TVE algún episodio de Barrio Sésamo en el que Coco y el Monstruo de las Galletas ayuden a sus señorías a entender unos conceptos tan esdrújulos y resbaladizos.
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