Feliz Jueves Santo
Recordemos que un creyente nunca no debería ser un bicho raro, ni una criatura extraña aislada del mundo
Francisco Martel
Sacerdote
Miércoles, 5 de abril 2023, 22:43
Amigos lectores-as, el pasado domingo de Ramos, 2 de abril, el papa Francisco en la Plaza de San Pedro nos animaba a acompañar a ... Jesús con fe y con mucho Amor insistiendo en que todos aprendamos de la Virgen María, ya que ella siguió a su Hijo con la cercanía de su corazón. Además puntualizó que, en la hora más trágica, Jesús experimentó el abandono de Dios experimentando el naufragio de la existencia y el derrumbamiento de toda certeza» diciendo que un amor como el de Jesús está siempre lleno de piedad, de ternura, y de compasión y que «este estilo de Dios de cercanía, compasión y ternura nos mueve a buscarlo y amarlo en los abandonados donde Él sigue existiendo en tantos «Cristos abandonados» en la actualidad: Pueblos enteros explotados y abandonados a su suerte; pobres que viven en los cruces de las calles, con quienes no nos atrevemos a cruzar la mirada, migrantes que ya no son rostros sino números, presos rechazados, personas catalogadas como problemas...
Asimismo él nos animaba a «leer todos los días la Palabra de Dios que es la que mueve nuestro corazón y nos enseña a reconocer su coz y a distinguirla entre otras voces, que parecen imponerse a nuestra atención, pero que al final nos dejan confundidos».
Recordemos que un creyente nunca no debería ser un bicho raro, ni una criatura extraña aislada del mundo o indiferente ante las cosas que pasan. Al contrario, la fe nos llama a entrar en el corazón de la sociedad, como lo hizo Jesús.
Nuestro papa nos anima a «leer a diario la Palabra de Dios no simplemente como un texto sino como un regalo de Dios que con la ayuda del Espíritu Santo nos instruye y nos da luz y fuerza para vivir». En esta línea, también señaló que la Biblia contiene como «pequeños telegramas de Dios» y aseguró también que ella es «un auténtico anticipo del paraíso». Más tarde, dijo que «la palabra de Dios te toca el corazón y te cambia la vida sabiendo que Dios quiere que siempre seamos más fuertes y más buenos cada día».
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