Borrar

Ucrania o Harry

Del director ·

El guion pasa por consentir que la destrucción sea todavía mayor

Francisco Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 10 de enero 2023, 22:07

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Me empieza a dar pena el presidente Zelenski, pero no solo porque representa el sufrimiento de toda Ucrania a causa de la invasión rusa, sino por la sensación de que se encuentra más solo que la una ante una comunidad internacional a la que parece no importarle que el conflicto se prolongue en el tiempo mientras quede limitado a las fronteras de aquel país.

Es más, en los últimos días cualquier espectador de televisión puede comprobar que en los espacios informativos (incluso aquí) se dedica casi más espacio a las andanzas de Harry y Meghan y los líos de ambos con la parentela real británica que la grave situación de Ucrania. Las bombas que lanza Harry contra su hermano, su padre y su madre política ocupan ahora el espacio que hasta no hace mucho se le dedicaba al parte de guerra diario de Ucrania. Y es un reflejo no solo de unas prioridades mediáticas a revisar, sino de la conducta de las principales cancillerías, que no han puesto toda la carne en el asador para que la guerra llegase a su fin. De hecho, ese breve lapso de alto el fuego por la Pascua ortodoxa debió ser la excusa para que la ONU, la Unión Europea y, sobre todo, las grandes potencias presionasen a Moscú con vistas a que el parón de las armas fuese indefinido. Siendo sinceros, ni se intentó.

Ni el crudo invierno que ya está aquí nos duele en el caso de los habitantes de Ucrania. Nos preocupa más si el invierno de Harry y Meghan será mejor o peor en función de los ingresos que recibirán por ese libro de memorias, como también estamos ya pensando en si serán invitados o no a la coronación de Carlos III en mayo en Londres. Así de crueles y así de insolidarios somos con los hombres y mujeres de Ucrania, al igual que así de hipócritas es Occidente con Rusia, pues se le sigue comprando mercancía, se mantienen las embajadas abiertas y apenas nadie ha roto lazos por completo. Nos dimos por satisfechos expulsando a los deportistas rusos de las competiciones internacionales, cuando probablemente no tenían culpa alguna, pero otra cosa muy diferente es sacar a Rusia del tablero económico.

La suerte de Ucrania parece escrita y el guion pasa por consentir que la destrucción sea todavía mayor. Llegará algún día en que paren las bombas pero entonces descubriremos que queda muy poco del país... claro que en ese instante el negocio será para las contratas que, con respaldo de ese Occidente ahora tan pasivo, se harán de ahora con el plan internacional de reconstrucción.

Es lo que hay y es lo que veremos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios