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Torres, Oramas y el caballo de Troya

PRIMERA PLANA ·

La pregunta de Oramas sobre Chira-Soria no es un hecho aislado, responde a una estrategia, a la antesala electoral de 2023 que ya se vislumbra

Domingo, 24 de enero 2021, 11:26

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Estamos en precampaña. En ese marco se entiende la pregunta de Ana Oramas al Gobierno central a cuenta del proyecto Chira-Soria. Lo previsible es que sea la candidata de CC en 2023 en cuanto que es la única dirigente realmente visible y, al carecer de poder institucional, CC no dispone de plataformas para lanzar otros nombres. Un interés medioambiental que la lagunera nunca tuvo por el macromuelle de Agaete, a pesar de las continuas manifestaciones en la calle y que solo el Pacto de las Flores paralizó. Lo que diferencia echar hormigón en la costa de Agaete a lo de Chira-Soria, es que supone un torpedo a la línea de flotación del relato político de Antonio Morales: nacionalismo, defensa de la tierra, izquierda social, ecologismo, energías renovables... Conceptos diferentes que fundamentan un cuerpo ideológico que, de repente, algunas voces cívicas cercanas a este universo lo cuestionan, no solo lo de Chira-Soria sino a Morales. Y, como ocurrió en el verano de 2019, con aquel ataque de tierra quemada del PSOE a NC (Telde, Santa Lucía de Tirajana, Teror, Arucas...), si cae Morales no solo (piensan) se recupera el Cabildo sino se propicia otro pacto en el Ejecutivo. Porque el PSOE en Tenerife es claro: ATI es su adversario y, a poder ser, se rehúye cualquier acuerdo al respecto.

Dicho en plata, el PSOE tiene en Gran Canaria un problema orgánico pendiente de ventilar. Y ese proceso interno no tardará mucho en dirimirse y en el que se calibrará los equilibrios. Hasta la fecha ha preponderado la contención. Pero no encararlo ha generado múltiples distorsiones y, asimismo, explicó en parte el destronamiento de Juan Fernando López Aguilar y José Miguel Pérez. Una lista a la que, vista la tendencia de la última década, Ángel Víctor Torres, sin poder que repartir, se uniría antes o después. Esto es, no habrá otro momento como el actual, con un socialista en la Presidencia del Gobierno que además es de esta isla (Arucas), para zanjar esta pugna. Ahora o nunca. Por otro lado, el desenlace de este episodio orgánico decretará que los candidatos socialistas al ayuntamiento capitalino y al Cabildo sean unos u otros.

Si Torres lo aborda reforzará su predominio por un largo tiempo. Si opta por el apaciguamiento, a ser un Chamberlain isleño, solo ganará tiempo y durará en primera línea lo que otros quieran. Por su talante conciliador puede que escoja la segunda vía, aunque esa fórmula de arreglo permanente no funciona siempre. A veces en política hay que dar determinadas batallas porque, de lo contrario, la inercia acrítica y acomodaticia te será contraproducente.

Este es el dilema en el que se encuentra Torres y, en suma, el PSOE. En función de la fotografía que salga del desarrollo orgánico, se visualizará las intenciones futuras sobre con quién pactar. La riña de la aritmética parlamentaria será ajustada, muy ajustada. Oramas desembarcará, lo más probable si encima el caso Reparos constriñe a Fernando Clavijo, y en Gran Canaria las preferencias del PSOE no son homogéneas. Es más, el riesgo de tener que repetir los comicios en 2023 existe. Al 'clavijismo' le permitiría forzar una segunda ronda en la que el desencanto y la baja participación castiguen al PSOE. La pregunta de Oramas sobre Chira-Soria no es un hecho aislado, responde a una estrategia, a la antesala electoral de 2023 que ya se vislumbra.

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