Solo y despechado

Como amante despechado, el secretario regional del PSOE respondió a los cuernos de los nacionalistas rompiendo el polémico acuerdo mediante el que iban a renovarse los órganos dependientes del Parlamento. Ese pacto aguantó sin problema todos los ataques al incumplimiento de la Ley de Igualdad. Torres miró para otro lado ante la ausencia absoluta de paridad en las propuestas, pero se ha puesto firme como un palo al enterarse de que Ibarra será sustituido por Cardona en la Autoridad Portuaria. Una cosa es que las mujeres protesten y otra muy distinta que se trastoquen los sillones de poder, como bien sabe todo buen dirigente progresista.

La jugada desesperada de Torres para poner piedras al pacto CC-PP sirve, sin embargo, para demostrar que el líder socialista está muy verde aún en asuntos amorosos. Tras siete meses en las nubes, el secretario regional aterriza de golpe en el planeta tierra y se encuentra aislado. La factura de tanto error es alta. Torres tiene ahora una fuerte contestación interna, mayor aún de la que sufrió al coger por los pelos el bastón de mando del partido. Tampoco cuenta con apoyos externos, porque él mismo se encargó de dinamitar puentes con Podemos y Nueva Canarias. Y así, solo y despechado tendrá que enfrentarse a la prueba del algodón: ganar a Patricia Hernández en las primarias por la candidatura a la Presidencia.