Sea quien sea
Del director ·
Curbelo ha sido el único que se ha disculpado por el fallo del Parlamento
Entre los últimos documentos desclasificados por el FBI se encuentra alguno que apunta la presencia de la consejera de Derechos Sociales del Gobierno de Canarias, Noemí Santana, en Dallas el día que mataron al presidente Kennedy. Parece que para entonces ella ni había nacido pero da igual: se trata de endosarle el muerto. También hay constancia de su presencia el 14 de abril de 1865 en el teatro Ford de Washington, lo que apunta que pudo ser ella quien dejó entrar a John Wilkes Booth, que mató al presidente Lincoln. Evidentemente no tiene años para tanto pero está claro que Wilkes Booth no actuó solo, de manera que tuvo que aliarse con alguien del lado oscuro de la política, y nadie como Noemí Santana para encajar en ese perfil...
Desde su llegada al poder, la entonces líder de Podemos en Canarias y ahora solo (es un decir) consejera de Derechos Sociales ha estado en el punto de mira de muchos. Seguramente de los mismos a los que en su día ella colocó en el centro de la diana de su crítica, que es a fin de cuentas lo que se espera de un partido de oposición entonces emergente como fue Podemos en las islas. A una política que resultaba incómoda, pues hay que aplicarle la misma medicina de la incomodidad, y esa ha sido la receta desde el minuto de la legislatura. Ahora se vuelve a la carga contra ella por un informe del Diputado del Común sobre las residencias de ancianos que, si miramos las fechas y el contenido, en realidad debería poner el foco en otras dos áreas: 1) la gestión en materia sociosanitaria de los gobiernos precedentes, con Coalición Canaria al frente y con el PSOE pasando por allí en el breve lapso que duró la presencia de Patricia Hernández y los suyos en el poder;2) unos grupos parlamentarios que reciben un informe, le dan curso y lo dejan durmiendo el sueño de los justos. Después nos rasgamos las vestiduras con los retrasos en la tramitación de expedientes en materia de dependencia, pero sobre esto nadie se disculpa (corrijo:Casimiro Curbelo sí lo hizo en el artículo de opinión publicado el pasado domingo en este periódico; el resto continúa silbando).
Con todo, me parece bien que se suba el listón de las exigencias a quienes están en lo público. Pero sea Noemí Santana, sea Cristina Valido, sea Patricia Hernández, sea Inés Rojas o sea quien sea.
Y en cuanto a Podemos y el Pacto de las Flores, quiero pensar que ya se han dado cuenta de que aquella consigna de no mirar para atrás y no levantar alfombras se les ha vuelto en contra. Sobre todo porque bajo las alfombras había mucho...
