Una isla mundialista

Esta noticia hay que valorarla en su justa medida. El antiguo Rally El Corte Inglés fue sumando adeptos y situó a la isla en el panorama internacional de un deporte que en las islas causa furor. Alcanzar esta cota supone un espaldarazo a la afición y también un reconocimiento a todos aquellos pilotos canarios que han puesto su granito de arena a lo largo de la historia para que el automovilismo se convierta en una sana locura para muchos.

Gran Canaria demuestra su poderío económico y también organizativo para poder optar a eventos de este nivel. El Mundial de fútbol 2030 es la joya de la corona, pero la presencia de la isla como uno de los puntos del globo terráqueo donde se celebrará una prueba del World Rally Championship supone una fuerte apuesta. Pero el Cabildo, a través de su consejería de Deportes, está detrás de otros eventos internacionales. El regreso de la Vuelta Ciclista a España a la isla es otro de los objetivos inminentes, así como otros que se barajan.

Todo esto supondrá muchos millones de euros sobre la mesa pero también una promoción de la isla de un incalculable valor. El deporte es una herramienta con enormes aristas que influyen de manera positiva en diversos sectores de la sociedad, pero intentar mantener un equilibrio entre la élite y la promoción deportiva debe ser fundamental para que estos acontecimientos tengan una repercusión local y no perderse en subvencionar sin ton sin son eventos cuya trascendencia es nula.

Afrontar todos estos retos es sinónimo de buena salud económica, pero a lo largo de estos años, los que son fieles a estas líneas, son conocedores de mi lucha por potenciar el deporte de base como realmente merece, con instalaciones dignas y condiciones idóneas para que los grancanarios y grancanarias puedan sentirse orgullosos de una isla que se vuelca realmente con el deporte. Muchas veces el deporte es sinónimo de foto y subvención. Tener un eslogan que no vale para nada no significa ninguna apuesta.