Plan de descarbonización, poco realista
«No se puede poner en marcha un plan tan ambicioso sin contar con el sector y con unos plazos tan poco realistas»
Silvia Fernández
El primer borrador sobre la ley del Cambio Climático, que ha elaborado el Ministerio para la Transición Ecológica, recoge propuestas muy ambiciosas para lograr la descarbonización de la economía española en un horizonte muy próximo. Así, para 2040 pretende prohibir la venta de coches de diesel, gasoil e incluso los híbridos con el objetivo de imponer el coche eléctrico. Diez años después, para 2050, pretende retirar de las carreteras españolas todos los vehículos de combustión.
El objetivo es loable y en pleno debate sobre el cambio climático no creo que haya quien se oponga pero esta ley nace, de entrada, con un pero y es que no se ha consultado al sector ni tan siquiera por la viabilidad de los plazos, que son poco realistas. Las empresas del sector se han puesto ya las pilas y hay fabricantes que prevén dejar la producción de coches de combustión en 2020 y producir solo eléctricos pero el cambio no solo afecta a los fabricantes y vendedores sino que hay toda una cadena de valor que tiene que afrontar esta brutal transformación, como los talleres.
22 años es un plazo demasiado corto para un cambio tan radical sobre todo si tenemos en cuenta el punto del que partimos. En Canarias, por ejemplo, actualmente no llegan a 800 los coches eléctricos que están circulando y la mayoría de ellos forman parte de flotas de empresas y administraciones, como el Cabildo de Lanzarote. Los particulares con coche eléctrico hoy en las islas son menos de un centenar y la pretensión es que en 2040 los 1,1 millones de coches que forman parte del parque móvil isleño sean eléctricos, ¿difícil, no?
Es cierto que todos los países europeos están en este camino. El Reino Unido y Francia, al igual que España, tienen el horizonte en 2040 para prohibir la venta de coches de gasoil y gasolina; Dinamarca, Holanda y Alemania lo adelantarán a 2030 y Noruega, que está en la avanzadilla, quiere lograrlo en 2025.
Pero en ese país, el 25% de los coches que circulan por sus carreteras son ya eléctricos frente a un 0,07% del caso de Canarias, donde además, la posibilidad de recargar rápido es casi imposible porque no hay dónde.