Pecados capitales
Frecuencia modulada ·
El 4M ha liberado los instintos básicos y una vez sueltos va a ser complicado encerrarlos»La naturaleza humana es compleja, un laberinto de tres des: deseos, deberes inculcados y decisiones imperfectas en busca de cualquier salida. Nadie sabe de verdad lo que pasa por la cabeza de los demás, lo que esconde una sonrisa, un apretón de manos o una mirada esquiva. Pero hay momentos concretos que hacen saltar los bajos instintos. Y nada como la catarsis de los resultados electorales en Madrid para destapar el tarro de las esencias. El 4M ha liberado los siete pecados capitales y una vez sueltos va a ser complicado encerrarlos.
El PP de Ayuso se embadurna en la lujuria, puro placer al demostrar que el nacionalismo castizo seduce a casi el 45% de los madrileños. Cierto que el «soso» Gabilondo invita poco a un revolcón en la cama, pero la casi mayoría absoluta de la presidenta demuestra que su discurso primitivo tienta más que una canita al aire con «el guapo» Pedro Sánchez.
La gula enturbia ahora la mente del PP de Casado, que abre la boca al máximo convencido de que va a devorar al PSOE en las próximas generales. Sin demasiado en la nevera, el líder conservador se coloca en la barra y piensa qué pedir: pincho de moderación al estilo Feijóo o guindillas de derecha pura modelo Isabel Díaz Ayuso. Lo importante es llenar el estómago.
En Ciudadanos, las urnas obligan a caer en la pereza: ¿para qué seguir levantándote cada mañana? Galicia, País Vasco, Cataluña, Madrid...nada anima a Arrimadas a salir del rincón de pensar, mejor languidecer sin mover un dedo.
La avaricia hace creer ahora a Íñigo Errejón que su proyecto tiene horizonte más allá del Oso y el Madroño. El sentido común de Mónica García hace olvidar al muñeco roto de Podemos los malos resultados electorales anteriores. Quizás ahora...
Podemos, también entre los perdedores del 4M, empieza a llenarse de envidia en busca del nuevo liderazgo. La marcha de Pablo Iglesias aboca a la formación morada a una bicefalia de pronóstico reservado. ¡Qué difícil mezclar agua Irene Montero con aceite Yolanda Díaz!
Y la soberbia de Sánchez cobra aún más fuerza en el PSOE. Siempre fue marca de la casa, pero la derrota en Madrid parece haber agravado la tara. Sin asumir culpas, el líder del PSOE se lanza a la yugular de Susana Díaz. Quede claro que no puede haber más gallo en el corral.
¿Y la ira? El séptimo pecado capital es patrimonio de los ciudadanos que sufrimos 17 modelos distintos para afrontar la pandemia mientras la política sigue sus instintos. Aquí sí hay estado de alarma.