Nochevieja en La 2
Del director ·
Llegó el plato fuerte: los rótulos de los guionistas de 'Cachitos'
Creo que los gestores de Televisión Española harían bien en colocar a los guionistas del programa 'Cachitos de hierro y cromo' a confeccionar los rótulos de los 'telediarios'. Igual no sube mucho la audiencia, pero el entretenimiento y una sonrisa pícara están garantizados, que no es cosa menor.
Si le hacemos caso a los índices de audiencia, la Nochevieja televisiva en la España peninsular estuvo marcada por el ciclón Pedroche, que arrebató a La 1 la condición de cadena más vista en ese momento tan esperado de las campanadas que marcan la llegada del año nuevo. Quizás en el año en que el traje era de los menos lucidos -vale, era un modelo del difunto Manuel Piña de hace décadas pero los de Givenchy para Audrey Hepburn no envejecen-, la presentadora vallecana hizo historia con el dato de audiencia. A su lado estaba Chicote como edecán.
Lo cierto es que TVE fue líder en el tramo previo, cuando José Mota ponía una gota de humor, y también lo fue a continuación, con uno de esos programas musicales que son una simple sucesión de actuaciones grabadas previamente ante un público que aplaude porque el regidor dice que hay que hacerlo. De manera que el veredicto es cruel para la cadena pública: el espectador cogió el mando, cambió de canal cuando iba a llegar el momento cumbre de las campanadas y, acabadas estas, regresó a la tele pública.
Pero la otra noticia de la última noche televisiva y primera del año estuvo en La 2. Allí, tras un especial de 'Cachitos de hierro y cromo' dedicado a Raffaella Carrà que fue un poco desigual y en el que sobresalió la actuación final del siempre inefable Guillermo 'Milkyway', llegó el plato fuerte: los rótulos de los guionistas de 'Cachitos' acompañando extractos de canciones sacadas del archivo documental de RTVE. Hubo para todos: bromas cargadas de ironía para el PSOE, Ayuso, Ciudadanos, el independentismo catalán, la monarquía, los antivacunas... y un ejercicio inteligente de morderse la lengua en el caso de Vox: les bastó con rescatar una actuación de Ultravox. ¿Para qué más?
Se agradece en una cadena pública la valentía de los guionistas, que igual empiezan a colocarse al borde del precipicio y no se han dado cuenta de que no hay red. Lo digo porque en este país el humor tropieza con una legión de 'ofendiditos' y la censura previa es el principio del fin de la risa. Y sobre todo de la carcajada. Que buena falta que hacen, por cierto. Siempre, pero en esta España más aún.
Pd: 'Cachitos' fue lo tercero más visto tras las campanadas. Eso lo dice todo.
