Agua, ¿un mal negocio?

Con estos números, mucho, pero que muy mucho se ha tardado en verse un enfrentamiento que de verdad da a entender que la situación importa. El Consorcio Insular del Agua (Cabildo y siete ayuntamientos de Lanzarote) ha tomado medidas para cargarse la presencia en Lanzarote de la filial de Canal de Isabel II; mientras que la empresa responsable del ciclo integral del agua, que tiene base central en Madrid y como tal se comporta, ha empezado a tomar medidas para velar ante todo por lo suyo.

Confrontación, en consecuencia, en toda regla, donde está siendo cero el nivel de autocrítica. Por de pronto, unos y otros han saltado a la palestra con acusaciones hacia la parte adversaria, poniendo sobre la mesa valoraciones de decenas de millones de euros. Y frente a los dos gigantes, los abonados, camino de 77.000; que cada día que amanece nos vemos con la incertidumbre de confiar en tener suministro para al menos cubrir necesidades mínimas.

Así las cosas, planteo varias cuestiones. ¿Por qué hemos llegado hasta aquí? ¿Por qué jueces y fiscales miraron para otro lado con Inalsa, la simiente del actual desastre agudizado? ¿Qué prebendas se ofrecieron a Canal de Isabel II para desembarcar en Lanzarote? ¿Por qué el ahínco de Canal Gestión Lanzarote en evitar la marcha, cuando casi se les hace hasta un favor? Y la más importante, ¿quién querrá asumir el ciclo integral del agua cuando la tempestad sea cosa del pasado?