'La discreta' y 'Navidonia 2'
Es encomiable la defena del teatro clásico desde el sector público
La cosa va hoy de dos clásicos: uno de los que se ajustan al término teatral por excelencia, y otro porque casi tres décadas ya ... son mucho tiempo. El primero en el Cuyás y el segundo a final del presente en el Pérez Galdós. Los dos en registros muy diferentes, para públicos también muy diferentes, pero ambos con ese denominador común que es el teatro, una de las artes que mejor está resistiendo el paso de los siglos.
Por aquello del orden cronológico en cuanto a las representaciones y también en cuanto al momento en que se escribió, vamos primero con el Cuyás. El teatro gestionado desde el Cabildo acoge el estreno hoy de 'La discreta enamorada', de Lope de Vega, con dirección nada menos que de Lluís Homar y un elenco de jóvenes intérpretes. Es encomiable la defensa del teatro clásico desde el sector público y que las nuevas generaciones de actores tengan claro que nada mejor que pasar por esos papeles. Ojalá en eso lleguemos algún día a estar a un par de peldaños del Reino Unido, donde todo actor que se precie empieza recitando e interpretando los textos de Shakespeare y sus coetáneos.
Para los que tengan alguna duda sobre si en pleno siglo XXI es vigente una obra escrita en el XVI, nada mejor que acercarse al Cuyás para descubrir que sí. Homar se trae bajo la manga un montaje de este tiempo y, además, sale a escena: o sea, palabras mayores.
La otra cita teatral se podrá ver a final de mes. Estamos a las puertas de la Navidad y no puede faltar Zalakadula, que vuelve con 'Navidonia 2' y su particular avance de la llegada de los Reyes Magos. Varias generaciones de niños se han hecho mayores acudiendo al teatro a ver el montaje navideño de Zalakadula y este 2023 no podía ser una excepción.
Según lo avanzado este jueves en la presentación del espectáculo, estarán los ingredientes de siempre: música, una historia con trasfondo navideño, canciones, ilusión y entretenimiento. Y caras conocidas de la escena como Luifer Rodríguez y Mari Carmen Sánchez (doña Mari Carmen), que atesoran experiencia en las tablas y que lo mismo responden con solvencia en papeles trágicos que en dramáticos o en comedias.
Estamos, por tanto, ante dos ofertas teatrales muy diferentes pero complementarias si le ponemos perspectiva: llevemos a los niños a descubrir el arte escénico con espectáculos como el de Zalakadula y unos años después dejemos que compren la entrada para descubrir a los clásicos de nuestra literatura. La nuestra y la de todo el mundo.
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