Estrellas de rock
Frecuencia Modulada ·
«PSOE y PP se acercan en las encuestas, una proximidad que obliga a subir decibelios»
Nada como la música a todo trapo para ensordecer los problemas. Da igual que suene la Macarena, Satisfaction de los Rolling, la novena de Beethoven o la Internacional sin puño en alto. Lo importante es que las banderitas se muevan y los aplausos pillen ritmo cuando los líderes políticos van hacia el escenario como estrellas de rock. Si puede ser acompañadas por viejas glorias y enemigos asumidos, mejor que mejor. Lo importantes en montar un espectáculo de todo a cien donde la palabra «unidad» se maneje con soltura. ¿Problemas internos? Ni Pablo Casado ni Pedro Sánchez los escuchan cuando las trompetas anuncian su salida al ruedo. Ya lo inventaron los romanos: pan y circo para aplacar a los miedos.
Los cónclaves celebrados estos últimos fines de semana por los principales partidos políticos del país buscan engrasarla maquinaria para la recta final de la legislatura. PSOE y PP se acercan en las encuestas, una proximidad que obliga a subir decibelios para neutralizar la falta de ideas de un bipartidismo que vuelve a reinar gracias al cansancio general.
Tanto Ferraz como Génova parecen convencidos que la clave para acabar con el ruido es subir el volumen de la traca. Si el nombre de Isabel Ayuso suena mucho, los mejor es gritarlo a coro para aupar el liderazgo de un Pablo Casado que se fortalece de puro agotamiento. La líder madrileña amenaza su brillo y el presidente del PP coge el micrófono un día antes con tal de no perder comba.
También el 'renovado' equipo de Sánchez entiende que vender cohesión es la mejor receta para amortiguar el sucio sonido de los sondeos. Si para conseguirlo hay que tirar de las viejas glorias, Felipe González y José Luis Zapatero suben al escenario como comparsas a lanzar piropos al ya líder omnipresente en el PSOE. Ni barones, ni críticos, ni más tonterías. Los socialistas afrontan el año antes de las urnas con el 'sanchismo' como único reclamo para seguir en el Gobierno. Perdón, «socialdemocracia» como repite con tanto brío el secretario federal como si echar un poco de ideología en el tarro fuera a mejorar el brebaje.
De esos congresos-espectáculo, los dirigentes canarios del PP y del PSOE vuelven también con mucho ruido en la cabeza. El sonido atronador de sus líderes contrasta con las órdenes al oído entre aplauso y aplauso del concierto. A María Australia Navarro que toca dar un paso al lado. A Sebastián Franquis y Augusto Hidalgo que entierren el hacha. A todos: sigan el ritmo sin salirse de la fila.
