A escasas horas de poder volver a disfrutar de la noche más mágica del año, dos noticias vinculadas a nuestro país se arrogan, justa y ... respectivamente, todo lo bueno que representa el oro, el incienso y la mirra. Y todo lo malo que simboliza el fango.
En el lado positivo de 2024, arranca el nuevo año con los magníficos datos de actividad turística en España el pasado año. Datos que indican que, hasta el último mes de noviembre, nuestro país superó los 88,5 millones de turistas internacionales, más turistas en once meses que en todo lo que había sido el anterior 2023, año en que se recibieron 85,1 millones de visitantes extranjeros de enero a diciembre.
Con dicha imponente cifra de visitantes, España no sólo cerrará 2024 con un dato digno de récord Guinnes, con una estimación que sin duda superará los 90 millones de turistas cuando el Instituto Nacional de Estadística aporte los datos finales del recién despedido mes de diciembre. Sino que, al mismo tiempo, ese ingente flujo de visitantes atraídos por este nuestro gran país llamado España, se traducirá económica y monetariamente en una facturación que fácilmente podrá rondar los casi 130 mil millones de euros, esto es, en torno a un 10-12% del PIB hispano.
En el caso de nuestro archipiélago, sin duda también hablaremos con orgullo -sí, con orgullo- de unas cifras inéditas e históricas en lo que a la serie estadística turística se refiere. Con la referencia de que si hasta el pasado noviembre fueron 13,8 millones los visitantes internacionales recibidos en las islas (prácticamente la misma cifra que en los doce meses de 2023) con una facturación de casi 21 mil millones de euros, en prospectiva podemos permitirnos aventurar un fantástico cierre de 2024 de en torno a casi 17,5 millones de visitantes (entre internacionales y nacionales) con una probable aportación próxima casi a 24 mil millones de euros. Incrementándose así el peso de nuestro motor económico a niveles del 40% en nuestro PIB regional.
¿Significa dicha estimación para todo 2024 de 17,5 millones de turistas en nuestro destino Islas Canarias que nuestro archipiélago sufre del fenómeno conocido como 'overtourism' («exceso de turismo»)? En absoluto como unidad de destino turístico que somos, puesto que atendiendo a la capacidad alojativa oficial que ofrecen nuestras distintas modalidades de alojamiento (incluidas viviendas vacacionales debida y legalmente registradas), Canarias podría llegar a albergar anualmente hasta casi 22 millones de visitantes.
¿Significa la referencia informativa del párrafo anterior que, como región archipielágica, tanto debemos aspirar a alcanzar dicha cifra potencial máxima de visitantes, como obviar la verdadera prioridad de un destino que quiere seguir siendo ejemplo de sostenibilidad medioambiental, social y económica? Desechen la primera idea, y confíen y apuesten por la segunda. Porque esa es la verdadera hoja de ruta por la que desde hace ya 18 meses, desde el inicio de la actual legislatura, viene transitando y trabajando la Consejería de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias. Con el residente en el epicentro en la toma de decisiones legislativas de toda índole en aras a acompasar adecuadamente la actividad económica turística y las necesidades socioeconómicas de nuestra ciudadanía.
Y este mix de adecuación del turismo, el empleo y las coherentes decisiones legislativas autonómicas el que, por ejemplo, nos ha permitido cerrar 2024 con una cifra de 156.344 personas desempleadas en las islas, casi un 7% menos que el año anterior, y el dato más positivo desde febrero de 2008, acercando cada vez más la media de paro en Canarias (14%) a la media total del país (11%), aun España siga siendo de los países con más paro en la Unión Europea.
Sin duda, un muy buen regalo estadístico de Reyes, aun en microeconomía laboral haya que seguir analizando las causas de cuestiones específicas tales como el alto índice de absentismo laboral, que tal y como recientemente reconocía el propio Ministerio de Seguridad Social se alejan del tradicional vínculo que algunos pretenden establecer entre absentismo y población laboral mayor de edad, al señalar el organismo ministerial que, tras la pandemia, el número de bajas se ha disparado un 54% en mayor medida entre los trabajadores más jóvenes insertos en el mercado laboral.
Con el consecuente sobregasto de cobertura de bajas laborales tanto para el Estado (de 5.000 millones en el año 2014, ha pasado en la actualidad a más de 15.000 millones de euros), como para las empresas, con especial impacto en nuestras Pymes, que recordemos representan hasta un 90% de todo nuestro tejido empresarial.
Y de ahí que también empresas y empresarios vean muy contraria a la viabilidad existencial de sus proyectos la empecinada y unilateral propuesta de reducción de la jornada a 37,5 horas semanales (incluidas teatralización con los sindicatos mayoritarios de presentación «del acuerdo» en rueda de prensa; y enfrentamiento cuerpo a cuerpo -nunca mejor dicho- con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, contrario a la medida de su compañera y vicepresidenta de Gobierno).Misma vicepresidentísima española que, a la par que exige a los demás que sean ellos los que paguen 'su' particular fiesta y cartelería política («el pacto de Yolanda Díaz consigo misma en pos de la supervivencia política», lo título el digital El Español), se gastó sin sonrojo alguno 600.000 euros en 2023 en cuatro campañas publicitarias ('Día del trabajador y trabajadora'; 'Trabajo decente'; 'Desconexión digital'; y 'Trabajo a la intemperie'. ¡Y los inspectores de trabajo que se quedaron sin su paga de diciembre…por falta de presupuesto en el ministerio de Díaz!
Y el fango. En el enésimo baño de la degradación más vilipendiosa para nuestro país, producto de la factoría monclovita al mando de Sánchez. Para lo cual, esponja de restriego en mano, basta reseñar los titulares más recientes de los medios periodísticos a nivel nacional más importantes de España:
-. The Objective, 'El fiscal general cambió de teléfono una semana antes del registro de su despacho'.
-. El Periódico de España: 'El fiscal general cambió de móvil después de que el Supremo le abriera causa por vulnerar secretos de la pareja de Díaz Ayuso'.
-. El País: 'La Guardia Civil confirma que el fiscal general cambió de teléfono una semana después de que el Supremo abriera la causa contra él'.
-. El Mundo: 'La Guardia Civil informa al Supremo de que el fiscal general cambió de teléfono una semana después de que ordenara investigarle'.
-. El Español: 'La UCO acredita que el fiscal general cambió de móvil una semana después de que el Supremo abriera causa contra él'.
-. ABC: 'García Ortiz cambió de teléfono una semana después de que el Supremo empezara a investigarle'.
-. El Confidencial: 'La UCO descubre que el fiscal general cambió de móvil una semana después de imputarle'.
-. La Razón: 'García Ortiz cambió de teléfono días después del inicio de la investigación en el Supremo'.
Esperando ilusionado, cual niño la víspera del Día de Reyes, a que España entera, de una u otra posición sociopolítica (también la socialista tradicional, coherente y constitucionalista igual de necesaria para la mejor versión posible de nuestro país) exija de una vez por todas a Sánchez que salga a la palestra a decirnos lo de «Soy yo el que debe pedir perdón (también) por lo del Fiscal General». Y de paso,que salga y cierre 'su' puerta para siempre. Por el bien, precisamente, de España.
Feliz Día Mágico de Reyes Magos.
David Morales es diputado autonómico del Partido Popular de Canarias y director de empresas y organizaciones turísticas
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