Clavijo y la reunificación del nacionalismo

No pasará nada, si es el caso, hasta que se solvente cómo queda Clavijo ante el caso Grúas. Porque entonces otros perfiles podrán decir que para volver a las andadas en las que la política nacionalista la dictaba las fuerzas vivas de San Cristóbal de La Laguna y Santa Cruz de Tenerife, mejor quedarse como está. Por lo tanto, reagrupándose CC y NC ganarían ambos pero exige previamente purificar cuestiones del pasado por parte de CC y que esta asuma que la fórmula de Tenerife y sus satélites ya no tiene recorrido si es que algún día lo tuvo. ¿O es que acaso creen que Antonio Morales como presidente del Cabildo de Gran Canaria va a tragar sin más con lo que diga Clavijo o Ana Oramas?

A CC le fue mejor cuando en su seno concurría todas las posiciones ideológicas, en esa diversidad no ausente de tiranteces dentro de la formación estaba su capacidad de bascular para entenderse con PP y PSOE. En función de las circunstancias, primaba un rostro u otro de aquella CC. Pero ese tiempo no volverá sin más. Sobre todo, desde la fragmentación del sistema de partidos. En fin, un contrasentido: se necesitarían más que nunca pero no podrían volver a arrejuntarse a cualquier precio. Y es aquí donde Rodríguez y Morales hacen valer el peso político de NC que es superior al de hace una década. Y es que Clavijo no podrá estar eternamente en situación de minoría parlamentaria. El 2019 se acerca.