Borrar
Vea la portada de CANARIAS7 de este martes 19 de marzo

Clavijo, investigado y sin salida

Jueves, 1 de enero 1970

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Canarias ya tiene su particular escándalo Watergate. El caso Grúas alberga una trascendencia enorme en cuanto que atañe directamente al presidente del Gobierno, que está investigado/imputado, y que, hasta ahora, reduce su defensa a cuestionar la labor de la Fiscalía General del Estado al tiempo que dice que está deseando comparecer judicialmente; toda una contradicción, pues si es así que ordene a su defensa que detenga todas las maniobras dilatorias que pueda seguir desplegando como táctica procesal.

No se es más o menos inocente o culpable en función del órgano que te juzgue. Porque la actuación procesal de Clavijo se detiene tan solo en eso y, por lo tanto, subyace una especie de esperanza por la cual espera que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) sea más amable e indulgente con él con respecto al juez ordinario predeterminado por la ley que le corresponde al no estar aforado en virtud del nuevo Estatuto de Autonomía. Y como la realidad es que posterga comparecer todo lo que pueda, opta por enredar al Ministerio Público. Primero abanderando una hipotética querella, que nunca llegó, contra el que ha sido fiscal jefe del TSJC. Dejando a Vicente Garrido en una situación comprometida, las magistradas del TSJC Margarita Varona y Carla Bellini resolvieron el recurso de súplica y manifestaron que el competente para conocer el caso Grúas es, a todas luces, el Juzgado de Instrucción número 2 de La Laguna.

Fracasó el recurso de súplica, ahora el recurso de casación y, con el Estatuto de Autonomía en la mano que no recoge ninguna regulación transitoria sobre los aforamientos sino que acaba directamente con ellos, igual sucedería con el recurso de queja que jurídicamente no debería prosperar. En este último supuesto, el propósito de Clavijo sería presentarse ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo (TS) alegando una actuación maliciosa de pretendido retardo por parte de la Fiscalía. Clavijo apunta a una guerra sucia de poderes dentro del Estado de Derecho. Son palabras mayores. Aunque el magistrado grancanario Manuel Marchena tendrá, si se tercia en el TS, su firme criterio.

A este paso, se va a poner de moda en Canarias que en las instrucciones judiciales se invoque torticeramente a la Fiscalía como mecanismo de defensa. Clavijo está investigado y reacciona dinamitando la credibilidad de la separación de poderes. Si no se está de acuerdo con la actuación de la Fiscalía, se presenta una querella. Garrido no la recibió, fue una estratagema más, y quieren trasladar el campo de batalla a Madrid invocando oníricas sospechas sobre la Fiscalía. Al menos, hasta que entre en acción la Sala Segunda del TS comandada por Marchena. ¿Pero realmente tiene el recurso de queja efectos suspensivos? La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de La Laguna, Celia Blanco, no podrá estar siempre de perfil. Debe pronunciarse. La fuga procesal de Clavijo llama a su fin.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios