Agustín Manrique de Lara
Del director ·
Deja, sobre todo, un legado de estabilidad que seguramente mantendrá Pedro Ortega
Agustín Manrique de Lara está de despedida. Deja la presidencia de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) tras casi una década en el cargo y lo hace con emoción. Lo atestiguan las imágenes de lo visto ayer en el hotel Santa Catalina de la capital grancanaria, que acogió un acto de la CEOE que sirvió para poner en escena esa despedida y también que desde la patronal estatal, con Antonio Garamendi al frente, se valora muy positivamente el trabajo desarrollado por Manrique de Lara.
La despedida de ayer no será, en todo caso, un adiós definitivo. Cosa que creo que agradeceremos todos. Manrique de Lara estará pilotando el nuevo ente empresarial que nace con vocación de fortalecer las relaciones comerciales entre la España peninsular y África, con Canarias como puente ideal para favorecer ese tráfico. Una iniciativa que cuenta, además, con los parabienes del Gobierno regional y que ojalá también integre las acciones aisladas que en ese sentido hacen varios cabildos, además de las propias cámaras de comercio. En este asunto de apostar por África, todo lo que sea sumar esfuerzos es determinante, y lo será tanto por los empresarios que arriesguen su capital como por el hecho de que el progreso de ese continente solo reportará beneficios a espacios como Canarias, que geográficamente es África y que actúa como puerta de entrada de Europa para los africanos que huyen de la miseria y otras calamidades.
Seguro que Manrique de Lara lo hará bien en ese cometido. Con esa forma de hacer que pasa por no llamar la atención y evitar protagonismos innecesarios, de manera que sabemos que está ahí porque es su misión, pero no porque reclame fotos, focos y elogios.
Prueba de lo anterior es su propio paso por la presidencia de la Confederación Canaria de Empresarios, donde deja, sobre todo, un legado de estabilidad que seguramente mantendrá Pedro Ortega cuando se consume su anuncia elección como nuevo presidente. Los que peinamos canas echamos de menos los tiempos en que las reuniones de la ejecutiva de la Confederación eran casi una guerra frontal entre sectores pero eso ha pasado a mejor vida. ¿Es que ya no hay debates y diferencias? Sí, pero desde la cortesía y la convicción de que la patronal solo es respetada por los agentes políticos cuando primero los representantes empresariales se respetan entre sí.
Con ese legado, Manrique de Lara asumirá nuevos cometidos y Canarias seguirá ganando con ello.
