El abusón de siempre
Frecuencia modulada ·
La intención «El día que Sánchez aterriza en Lanzarote 71 inmigrantes llevan 72 horas bajo en un muelle»Pocas cosas fastidian más que un pisotón acompañado de sonrisa. «Lo siento mucho», asegura el agresor profesional al tímido amateur mientras su mirada garantiza que el golpe viene empaquetado de crueldad. Tras el primer aviso cae un codazo «sin intención», una zancadilla «por error» y un puñetazo de gancho en el estómago «sin querer». El saco de boxeo a 2.000 kilómetros de distancia lo aguanta todo: Canarias se queja por acoger ya a más de 3.000 inmigrantes sin que el Estado asuma su responsabilidad en el problema. Llora pero poco más, porque las lagrimas nunca ablandaron al abusón. Lo envalentonan.
La intención de Madrid de endosar al Gobierno regional los gastos de atención a los inmigrantes que deben ser confinados demuestra la nula empatía del grandullón estatal con el dolor de un peso pluma como las islas. Cuando el archipiélago lleva meses reclamando soluciones ante la nueva oleada de pateras, la Administración central manda dos guantazos más para que Ángel Víctor Torres se entere de cómo se mueven los pies en el cuadrilátero nacional. Nada como tener la fuerza de un púgil experimentado de más de 100 kilos para silenciar los quejidos.
Y es que el ring nunca fue lugar para los débiles. El mismo día que Pedro Sánchez aterriza en Lanzarote para pasar sus vacaciones 71 inmigrantes cumplen 72 horas bajo una caseta en un muelle esperando un trato digno. Cuando el presidente pasa su primera noche en La Mareta, un grupo de esas personas es trasladado a Tunte para que los vecinos los reciban con barricadas construidas con desinformación. El campeón duerme a pierna suelta, sus 'sparring' Pestana se mantiene sobre la lona para explicar lo inexplicable.
Por el momento y visto el no-resultado de la esperada comisión Canarias-Estado sobre inmigración los mamporros seguirán llegando sin remedio. El Gobierno central continúa sin poner en marcha una red de centros de acogida, sigue negándose a derivar inmigrantes a la península o a recuperar los vuelos de repatriación, y encima ahora pretende que las comunidades autónomas paguen la factura de los gastos del confinamiento. El combate es tan desigual y antideportivo que incluso el ministro Escrivá le suelta el 'crochet' al presidente canario vía teleconferencia: para qué trasladarse a las islas si Torres gana puntos como encajador. Un ojo morado, el labio partido, la costilla rota...Canarias debe aguantar la paliza mientras Madrid se mira el ombligo. Van ocho asaltos y en otoño volverá a sonar la campana.