Cruzar los dedos
Viernes, 2 de junio 2017, 23:40
Desgraciadamente en Canarias son numerosos los casos de personas desaparecidas tanto de manera voluntaria como aquellos a los que algún desalmado arranca de sus seres queridos. No hace falta hacer un esfuerzo para que nos vengan a la mente los nombres de Yeremi Vargas o Sara Morales, dos jóvenes criaturas que ni siquiera pudieron decir adiós y que, años después, nadie sabe nada de ellos... menos los que se encargaron de romper sus vidas por completo.
En los últimos meses otro nombre ha irrumpido en la vida de todos al haberse ido de su casa de La Paterna para no regresar. Se llama Juani Ramos, una vecina que se dedicaba a trabajar de sol a sol para sacar adelante a su familia y sobre todo, a si nieto por el que se desvivía y había recobrado la sonrisa tras muchos vaivenes.
Ella, Juani Ramos, no se fue de manera voluntaria y añado el «presuntamente» para no herir susceptibilidades... Fue a dar un paseo con su expareja, con la que supuestamente ya no mantenía un vínculo afectivo, y ahí se le perdió la pista.
Es un caso más de desaparición aparentemente involuntaria que ha destrozado el día a día de sus seres queridos. Y mientras, la Justicia trabaja sin descanso con el apoyo decidido de los investigadores policiales para intentar hallar el cuerpo de esta abuela de 58 años que siempre tenía una sonrisa en la boca.
Es el trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en quien hay que confiar para que consigan esclarecer lo que, en principio, la Justicia considera un crimen con componentes pasionales. Ahora es la UME la que está prestándose a la compleja tarea de peinar toda la zona de la isla de Gran Canaria en busca del cuerpo de Juani, una misión que, aunque cuente con todos los efectivos y tecnología posible, es harto complicado debido a la gran extensión de terreno que tienen que cotejar y lo escarpado y difícil del mismo.
A pesar de esta circunstancia, solo queda cruzar los dedos para que estos auténticos especialistas consigan al menos alguna pista del paradero de esta mujer de La Paterna.
Y mientras sigue la investigación y hay un sospechoso. Existe la presunción de inocencia, pero también el dolor de muchas personas destrozadas por los acontecimientos. Esperemos que esta búsqueda no quede en eso, en un intento y se siga perseverando en la tarea de devolver la sonrisa a una familia que no es la misma desde agosto de 2016.
