Aragonès: «Es la hora de un referéndum acordado»

Aragonès, en un discurso institucional junto a los miembros de su ejecutivo, cree que las medidas de gracia son un «paso» que «ayuda a generar credibilidad en el camino de la negociación y el acuerdo para resolver el conflicto». El dirigente republicano las ha recibido como un gesto por parte del Ejecutivo central que «satisface» en la medida en que los reos «recuperan» la libertad y «alivia» el «sufrimiento». «La decisión tomada hoy por el Gobierno de España es un reconocimiento de que las condenas fueron injustas», ha admitido Aragonès en una comparecencia institucional desde la galería gótica del Palau de la Generalitat. «Desde el Govern destinaremos todos nuestros esfuerzos en hacer posible esta nueva etapa donde la negociación, donde la política, debe ser el espacio para resolver un conflicto que lleva demasiado tiempo enquistado», se ha conjurado. «Es el momento de volver a hacer política. Afrontémoslo con la máxima exigencia y con el compromiso de encontrar una salida acordada que respete la voluntad popular del pueblo de Cataluña», ha rematado. Fuentes del Govern han situado la reunión entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès en la Moncloa para la semana que viene, con toda seguridad entre el miércoles y el jueves. De la cita debería salir la fecha para la reanudación de la mesa de diálogo entre ambos gobiernos. Tanto Sánchez como Aragonès se han tendido la mano entre ayer y hoy por explorar la vía de diálogo y abrir una etapa.

Aragonès considera que los indultos tienen cosas positivas y los recibe como un paso del Gobierno, pero ha insistido que «en ningún caso acaban con la represión» contra el independentismo, ni acaba con la inhabilitación de los presos ni «resuelve la situación de los exiliados, con el presidente Puigdemont al frente». Por ello, ha «exigido» al Estado español que «atienda sin más dilación la llamada de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa de poner fin a la represión, de retirar las demandas de extradición contra los exiliados» y se comprometa a trabajar para encontrar una salida acordada al conflicto. «Es la hora de la amnistía y del derecho a la autodeterminación», ha asegurado. «Es la hora de un referéndum acordado. Es la hora de la solución que genera más consenso interno, que asegura el aval internacional y que garantiza una cohesión social del todo irrenunciable», ha rematado.

Aragonès y los independentistas reiteran que no renuncian a la secesión, pero sí el presidente del Govern ha precisado que la mejor manera de conseguirla es la vía del «diálogo, es la vía de la negociación, es la vía del acuerdo». Según el president, los presos saldrán con la «cabeza alta» y «los ideales intactos». «Salen con la voluntad reforzada de construir una república catalana libre y justa y con el convencimiento de que es la hora de respetar la voluntad popular de los catalanes para resolver definitivamente el conflicto entre Cataluña y el Estado español», ha rematado.

El sector más duro del independentismo rechaza que los indultos a los nueve presos del 'procés' sea un primer paso hacia la normalización en Cataluña, tal y como sostiene el Gobierno. Y dentro de este grupo se encuentran los propios beneficiados por la medida de gracia. De los nuevo, solo Oriol Junqueras ha esbozado una ligera sensación de arrepentimiento. Lo hizo hace dos semanas a través de una carta publicada en el diario Ara en la que aseguraba el camino a seguir a partir de ahora no es el de un nuevo 1-O. No obstante, el propio líder de Esquerra ha rectificado en los días posteriores y ha recuperado sus posiciones más radicales.

Aunque los indultos les permitan salir de la cárcel, los condenados insisten en recibir una amnistía que les reconozca no haber cometido ningún delito. Este martes ha vuelto a hacerlo Raül Romeva. «Indultando a nueve personas no esconderán la represión que se continúa aplicando contra cientos de independentistas. No cederemos: ¡Amnistía y autodeterminación!», ha señalado el exconsejero de Exteriores en el Govern de Carles Puigdemont.